A comienzos de los ´80, un grupo de profesionales de diferentes ramas y especialidades médicas, crearon en Rosario el llamado Centro de Biología de la Reproducción. El mismo contaba con un laboratorio para estudiar, investigar y dar comienzo a lo que sería, con los años, una nueva especialidad médica: la medicina reproductiva.
El doctor Héctor Miechi, junto a otros profesionales, comenzaron un trabajo de investigación que se coronó en 1986 con el nacimiento del segundo bebé del país a través de esta metodología. Mientras tanto, la genética fue ganado espacios en el conocimiento y en la práctica médica, para ocupar hoy un lugar privilegiado de estudio. Miechi explicó a Rosario 3 la importancia de esta disciplina en la medicina reproductiva.
- ¿Cuál es la importancia de la genética en la medicina reproductiva?
- Hoy la genética, y más precisamente en nuestra especialidad, el estudio genético pre implantatorio, ha adquirido relevancia científica en la salud reproductiva. A través de estos estudios podemos evaluar los embriones en los cultivos antes de transferirlos, lo cual nos permite mejorar los resultados de embarazos, e implantar el mejor de los embriones. Por otro lado, nos permite abordar con otra visión la patología masculina y de diferentes aspectos endócrinos de la mujer, que dificultan sus posibilidades de embarazo para las parejas.
- ¿Cómo se adquiere la especialidad en medicina reproductiva?
- Una vez que el médico se especializó en Tocoginecología. Para eso hace un entrenamiento de cuatro años más y rinde la especialidad en la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva para obtener el certificado de la especialidad.
- En el grupo que usted integra, ¿cuentan con médicos residentes?
- Son ginecólogos que hacen la especialidad de Medicina Reproductiva durante dos años, y luego en SAMER (Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva) rinden la especialidad. PROAR está autorizado a formar especialistas por la misma entidad que nos reconoció como Centro Especializado en Medicina Reproductiva.
