La hepatitis C es una enfermedad del hígado causada por el virus del mismo nombre. Cuando alguien la contrae, puede desarrollar una infección aguda que varía desde muy leve y con pocos síntomas, hasta una afección grave que requiere hospitalización.

El Ministerio de Salud clasifica a la Hepatitis C en:

Aguda: ocurre dentro de los seis meses posteriores a la exposición al virus.

Crónica: se da cuando el virus permanece en el cuerpo luego de un cuadro de hepatitis C aguda.

Alrededor de 8 de cada 10 infectados con hepatitis C desarrollan una infección crónica o permanente, según consignó Télam. Esto puede, a futuro, dañar severamente el hígado.

Esta enfermedad se transmite a través de la sangre al compartir agujas, jeringas o elementos cortopunzantes con personas infectadas. También por vía sexual, aunque es menos frecuente.

Los síntomas pueden ser cansancio, náuseas, vómitos, fiebre, orina oscura, ojos y piel amarillos, dolor del lado derecho del abdomen, sangrado digestivo.

Su tratamiento consiste en descanso, adecuada nutrición, mucho líquido y medicamentos antivirales.