María Acaso, autora del libro "rEDUvolution" y directora de la Escuela de Educación Disruptiva (EED) de la Fundación Telefónica sostiene que medicar con anfetaminas a niños de dos años con un supuesto TDAH para que se concentren es incomprensible. "¿No sería mejor pensar en cambiar la educación que reciben?", pregunta. Y agrega: "Resulta ya un lugar común hablar de la obsolescencia del sistema educativo actual y de la apremiante necesidad de realizar un cambio tanto de contenidos como de metodología, de romper el pasado pero, ¿cómo hacerlo?".

La autora sostiene que se ha cambiado todo y sobre todo lo que tiene ver con la gestión del conocimiento. "Igual que un médico no puede operar sin anestesia, como en el siglo XIX, hoy no se puede aprender con una lección tradicional, donde lo único que se consigue es una educación bulímica, donde te atracas de información que vomitas el día del exámen y a los tres segundos cuando has salido por la puerta has olvidado todo. Ese es el paradigma al que te lleva una educación tradicional".

Acaso afirma que hay que ir hacia una educación experiencial, motivadora, activa: "Al día de hoy parece que todos los alumnos tienen que entender la clase de la misma manera, tomar los mismos apuntes y decirlo igual durante el examen. Como profesores aceptaremos que nosotros enseñamos y que los alumnos aprenden otras cosas. Das una clase a veinte personas y cada uno va a elaborar según su propia biografía, su creatividad, sus conocimientos, un discurso diferente. Eso es el hecho educativo".

Acerca del papel del profesor la autora sostiene que su papel debe entenderse como un productor cultural, como un artista y propone empezar por cambiar su función, al que se refiere como "coacher". "El profesor debería priorizar la agenda de tus alumnos por encima de todas las cosas, especialmente por encima del centro, del sistema educativo, de su propia agenda. En la educación tradicional el profesor impone todo, los contenidos, las formas, las metodologías, y ahora creo que debería ser muy importante aprovechar los saberes de los alumnos e incorporarlos al revés. Qué le interesa al alumno por encima de qué le interesa al profesor".

La autora explica que lo que sí que hacen los profesores es negar los intereses de los alumnos. "Siempre se habla de la creatividad del alumno, pero me parece fundamental la creatividad del profesor, pero por encima de sus competencias y de sus conocimientos, un profesor creativo va a llegar a todo y va a realizar unas unidades didácticas maravillosas. Se va a olvidar del libro de texto y va a crear unas experiencias increíbles".

Para transformar el modo en que se enseña se debe crear en clase una "comunidad", en lugar de la antagonía "profesor y estudiante": "En la idea de la comunidad, los profesores y estudiantes como ´coachers´ (entrenadores) unos de otros. S. tratás al alumno más como un igual, y le das más poder, sus problemas se reducen. Esos problemas aumentan cuanto más autoritario es el sistema. Si a un alumno le das responsabilidad, todo mejora. Si le obligás y le das disciplina solamente, al final surge el miedo. Hay que recuperar los afectos en el aula, son muy importantes".

La máxima de la "rEDUvolution. es que no se puede cambiar los contenidos sin cambiar la arquitectura pedagógica. No se puede abogar por una educación diferente mediante una lección magistral. No se puede dar una clase con un mobiliario industrial si se quiere hacer una clase orgánica. Hay que revisar el formato y cambiarlo.

La investigadora explica que no es que hay niños con déficit de atención e hiperactividad (TDAH), lo que hay es niños aburridos. "Es un problema serio, cómo se está medicando, con anfetaminas, a niños desde los dos años. Menos medicina y más rEDUvolution. No hay que medicar a los niños, que simplemente se quieren mover, sino cambiar el sistema".

Fuente: www.abc.es