La madre de un adolescente de 17 años, oriundo de Rosario, denunció por lesiones físicas a patovicas del boliche Arquus, de Casilda. La mujer asegura que su hijo fue “golpeado y mordido por personal de la disco, dentro del local –ubicado en calle Dante Alighieri 1776 de esa ciudad– del que lo desalojaron de forma violenta”. El hecho ocurrió durante la madrugada del domingo 2 de agosto. La denuncia fue efectuada ante el Ministerio Público de la Acusación, de esa ciudad, por razones de jurisdicción.

“La denuncia se hizo este viernes”, dijo en diálogo con Rosario3.com Juan Pablo Frías, abogado de la denunciante, quien además afirmó que luego de lo sucedido, la madre del joven recibió varias llamadas telefónicas de un representante del boliche, que le propuso “arreglar económicamente a cambio de que no radicara la denuncia”.

Además del relato de los testigos, según el letrado, “también existen pruebas fílmicas de la agresión denunciada, ya que las cámaras instaladas en la disco registraron el hecho”.

La denuncia

De acuerdo al texto de la denuncia (al que accedió este medio) presentada por Soledad Sarla, madre del joven agredido, el sábado 1º de agosto su hijo ingresó a la disco Arquus, Casilda, alrededor de las 23.

La primera irregularidad denunciada por la mujer apunta a que nadie le impidió el ingreso al adolescente de 17 años, a pesar de ser éste un boliche para mayores de 18, donde se expende alcohol.

Según su relato, la noche transcurrió normalmente hasta que alrededor de las 4 de la madrugada del domingo, el joven fue increpado por un grupo de tres personas de sexo masculino, por él desconocidas, que lo empujaron y lo golpearon en la cabeza y el rostro.

La mujer sigue contando que, en ese momento, otra persona (que sería de seguridad del local) lo agarró del cuello y lo llevó a un costado, donde fue alcanzado y golpeado por uno de los anteriores provocadores sin que el patovica lo impidiera.

Luego, el mismo patovica “comenzó a sacarlo con una palanca en su cuello hacia el ingreso del establecimiento”, mientras el joven suplicaba que lo soltara porque lo estaba dejando sin aire. Pero lejos de acceder a su pedido, el hombre le aplicó “un estrangulamiento mayor que le cortaba la respiración”.

“Este patovica entregó a mi hijo a otro compañero, otro seguridad del local que portaba una camisa a rayas claras el cual lo sujetó por detrás mientras continuaba sacándolo del establecimiento, no sin antes golpearlo con sus puños en la parrilla costal izquierda y mordiéndolo en su oreja izquierda, en la que le produjo un gran corte (según puede observarse en las imágenes proporcionadas por la familia del joven a Rosario3.com). Luego de esto, lo arrojó todo ensangrentado en la puerta de ingreso del boliche, donde se encontraba el grupo agresor que dentro de la disco lo había golpeado”, precisó la madre.

La herida en la oreja del joven agredido (Rosario3.com)

Siempre de acuerdo al relato de Sarla, contenido en la denuncia, “por dichos de testigos que se encontraban en el lugar, el grupo de agresores habrían salido libremente y caminando a esperarlo afuera, y al ver al joven tendido en el suelo, volvieron a golpearlo y a patearlo. Fue en ese momento, que uno de los testigos que se encontraba viendo la brutal agresión le pidió al personal de seguridad de la disco que por favor lo sacaran de ahí por que iban a terminar matándolo, a lo que el personal de seguridad respondió que no se podía meter «porque una de las personas que le estaba pegando era hijo de una persona importante de Casilda»”.

“Lo próximo que él recuerda es que venía la ambulancia de Emergencias Ecas, de Casilda, que le brindó los primeros auxilios y curaciones para trasladarlo después, al Hospital de Casilda debido a sus golpes. Allí le diagnosticaron herida cortante por mordedura en oreja izquierda, traumatismo de cráneo sin pérdida de conocimiento, traumatismo en el maxilar inferior, hematoma en ojo derecho y politraumatismos varios”, añadió la acusación.

Luego siguió haciéndose atender por su obra social en el hospital Español, de Rosario, donde lo derivaron a interconsultas con neurología, cirujano de cabeza y cuello, cirujano maxilofacial y consulta con otorrinolaringólogo por un fuerte zumbido en su oído. Lo medicaron con una serie de antibióticos debido a la mordedura de su oreja, “la cual no pudo ser suturada por tratarse de una herida sucia. En un futuro, podría ser sometido a una cirugía estética para borrar la cicatriz”.

Según consta en la misma denuncia, la madre del joven dice haber recibido –y ofrece las grabaciones como prueba– llamadas de una persona que se presentó como Germán, responsable de Arquus, quien en varias oportunidades habría tratado de “arreglar económicamente” el incidente, a cambio de que no se concretara la denuncia.