Escuchas telefónicas ordenadas por la Justicia federal en el marco de una causa por narcotráfico permitieron determinar que un policía detenido y un preso procesado por homicidio planeaban asesinar al juez que investiga la causa de Los Monos, Juan Carlos Vienna, y a un fiscal que presumiblemente sería Guillermo Camporini.

En una nota publicada en el diario La Nación, el periodista del programa Radiópolis de Radio 2 Germán de los Santos revela algunas de las frases que surgen de las escuchas: "Hay que matar a un juez o a un fiscal para que esto no pase más", se escucha en un diálogo entre los detenidos. "Yo me encargo de salchicha (en referencia a Vienna)", dice uno de los interlocutores.

Las escuchas fueron ordenadas por el juez federal Carlos Vera Barros, en el marco de una causa por narcotráfico. La sospecha es que el policía, detenido en a Alcaidía de Jefatura, tenía vinculación con la banda investigada, y como llegó el dato de que tenía un celular se ordenaron las escuchas. 

El policía que habla en las conversaciones e. Germán Almirón, integrante de la Brigada de la División Judicial de la Policía, está preso acusado de favorecer la fuga de Juan Domingo Ramírez, un delincuente sindicado como sicario de Los Monos.

Las conversaciones, aparentemente del lunes o martes pasados, son con César Arón Treves, preso en la cárcel de Coronda por el homicidio de Gustavo Serra, que fue acribillado de cuatro balazos el 24 de noviembre de 2012 en una cochera en Maipú al 800.

Treves, quien declaró en la causa de Los Monos, asegura en un momento haber sido traicionado por no haber recibido supuestos favores prometidos, y le pide a Almirón que consiga el domicilio del juez Vienna. "Yo me encargo de salchica", prometió. Y el policía de la División Judicial le contestó: "Hay que matar a un juez o a un fiscal para que esto no pase más. Nunca mataron a un juez. Nunca les pasó nada. Y hoy son los dueños del poder". En ese tramo de la conversación se hace alusión a un fiscal al que apodan "bocón", que sería Guillermo Camporini, al que también dicen que van a eliminar.

Enterado del contenido de las escuchas, el juez federal Vera Barros giró el contenido de las conversaciones al fiscal general Julio De Olazábal. E interpreta que "en el contenido de las conversaciones telefónicas es posible inferir un plan para atentar contra jueces y fiscales siendo el ideólogo de este plan el abonado intervenido", por el policía Almirón.

Esto se de en el marco de una nueva oleada de amenazas a las cabezas del Ministerio de Seguridad, Raúl Lamberto y Matías Drivet, y luego de intimidaciones también sufridas por el juez Vienna.

Para la Justicia no hay dudas de que esto ya es más que la amenaza: había un plan para asesinar a un juez.
Antes esta situación, desde el gobierno provincial decidieron reforzar la seguridad de jueces y fiscales que investigan causas vinculadas al universo de la violencia narco.