Valentina Maureira es una adolescente de 14 años que padece fibrosis quística desde su nacimiento y hace unos días subió un video a Facebook en donde le pide a su presidenta, Michelle Bachelet, que le permita recibir una muerte asistida.

En su relato, Valentina pide hablar de forma urgente con la presidenta porque asegura estar “cansada de vivir con esta enfermedad" y entiende que sólo la máxima autoridad del país tiene la posibilidad de “autorizar la inyección para quedarme dormida para siempre”.

El video fue publicado el domingo 22 de febrero por la noche en su cuenta de Facebook. A partir de ese momento su mensaje ha tomado estado público y se ha viralizado en las redes sociales su desgarrador pedido de lograr una muerte asistida.

Como si fuera poco, a Valentina Maureira ya se le murió su hermano mayor, Michael, de la misma enfermedad a la edad de seis, y el mes pasado su compañero de sala en el hospital también perdió la vida por la misma causa.

"Han sido 14 años de lucha, de día a día, y para mi familia ha sido más. Estoy cansada de seguir luchando, porque veo el mismo resultado siempre. Es muy cansador", aseguró Valentina en una conversación telefónica para la cadena británica BBC Mundo.

La fibrosis quística es una enfermedad hereditaria y degenerativa que afecta los pulmones, hígado y páncreas por lo que resulta muy difícil de curar. Aún existiendo la posibilidad de efectuar un triple trasplante (por el cual la familia debería desembolsar $650 mil dólares y conseguir tres órganos compatibles) las posibilidades de supervivencia son poco alentadoras.

El portavoz del Gobierno en Chile, Álvaro Elizalde, informó que el Ministerio de Salud dará asistencia psicológica y el tratamiento a la adolescente, pero desestimó que se pueda atender la petición de eutanasia.

"Tenemos que estar bien claros, la normativa vigente, la ley vigente en Chile no permite que el Gobierno acceda a una solicitud de esa naturaleza", afirmó el funcionario.

En Chile tanto la eutanasia como el suicidio asistido están prohibidos por su legislación. Inclusive con la autorización presidencial la medida podría ser impugnada en tribunales y suspendida, según explicó el abogado Jorge Contesse a BBC Mundo.