Sonó temerario. El tesorero de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario (Catiltar), José Iantosca, sugirió que el crimen del tachero Eduardo Piris pudo haber tenido que ver con la intención de instaurar el sistema de pago con tarjeta e instalar cámaras de videovigilancia en los coches.

Catiltar encabeza la resistencia a esas medidas y es aparentemente por eso que Iantosca fue increpado por un grupo choferes cuando se llegó para la Gobernación para la reunión con los funcionarios.

El dirigente dijo que no tiene certeza pero sí “dudas” y que que hay “un gran negocio” que lo lleva a plantear sus sospechas.

En ese sentido, mencionó que Catiltar recibió una propuesta de instalar cámaras en las unidades a un valor de 12 cuotas de 4 mil pesos.

Sostuvo que es falso que esta medida o el pago con tarjeta mejore la seguridad. Y para convencer a los cronistas mencionó en ese sentido la muerte del “periodista Procopio”. Otra muestra de temeridad: hablaba del arquitecto asesinado Sandro Procopio, que es hermano del periodista Pablo Procopio.