Hilda Knablein, la abogada de Daniel “Tuerto” Mendoza –uno de los supuestos narcotraficantes protegidos por el ex comisario Hugo Tognoli– salió al cruce de Norma Castaño, quien acusó a su cliente de haber ordenado un ataque contra su hija este martes y le pidió que, “con una mano en el corazón”, diga la verdad. Castaño es la titular de la ONG Madres Solidarias, víctima y querellante en una de las causas que enfrenta el ex jefe de la Policía santafesina. Para Knablein el encono que tiene Castaño contra Mendoza se relaciona a una vieja historia amorosa entre los dos.

En diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2, la abogada del Tuerto se mostró “asombrada” por la acusación de la titular de Madres Solidarias. Castaño había responsabilizado directamente a Mendoza por el choque que sufrió su hija este martes cuando regresaba a su casa con su marido e hija. A su entender, el episodio fue la reacción del sindicado narco por algo que le dijo su hija en la tercera audiencia del juicio que comparte con Tognoli.

Knablein defendió a su cliente, desmintió que se dedicara al tráfico de estupefacientes e incluso apuntó que, lejos de lo que sostiene Castaño, el hombre se la “rebuscaba” para llegar a fin de mes. La mujer había asegurado que Mendoza vendía drogas en una casita precaria al lado de la de su marido –ellos dos son primos– pero residía en una lujosa “mansión” de Colastiné.

“Mendoza vivía en una casa súper humilde, no tenía una cocina de droga”, enfatizó la letrada y agregó: “La lucha (de Castaño) es muy váida pero quiero que se ponga una mano en el corazón y diga la verdad”.

“Mi cliente no es parte del narcotráfico de la provincia de Santa Fe y esto se va a demostrar”, enfatizó.

La abogado aseguró que Castaño y Mendoza se conocen desde hace 30 años y deslizó que su empecinamiento hacia el Tuerto se relacionaría a una “relación amorosa” que tuvieron en el pasado.

Tognoli y Mendoza

Este martes, Castaño charló largo rato con la 1230 y contó cómo fue su lucha para sacar a su hijo Gabriel de la adicción y sobre su desilusión al descubrir complicidades entre policías y narcotraficantes.

Fue entonces que aparecieron los nombres de Mendoza y Tognoli juntos. El Tuerto, contó Castaño, es primo de su ex marido quien trabajaba en Drogas peligrosas y cuando salió de prisión, condenado por violación, se mudó justamente al lado suyo.

La casa, muy precaria, era en realidad –dijo Castaño– una fachada. Allí –señaló– se dedicaba a la venta de drogas pero residía en una casa muy bonita de Colastiné donde, de acuerdo a lo publicado por Rosario 12, fue detenido el 12 de julio de 2012 durante un allanamiento en el que se secuestraron más de 13 kilos de cocaína.

Al darse cuenta de los negocios de Mendoza, Castaño acudió a Tognoli, quien –aseguró Norma– la tranquilizó y prometió hacer algo al respecto. Sin embargo, este lunes los dos terminaron sentados juntos en el banquillo. Mendoza, acusado de narcotraficante; y Tognoli de protegerlo. 

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Hilda Knablein (Radio 2)