El dr. James D’Adamo, autor del Libro los grupos sanguíneos y la alimentación, pensó que como la sangre es la fuente principal de nutrición del organismo mucho tendría que ver con la respuesta dieta-paciente-salud.
Que hemos de dar pautas de dieta por grupo sanguíneo o sea según el grupo sanguíeo que tengas te será más beneficioso tomar determinados alimentos y te perjudicará comer otros.
Consumidor de carne.
Tubo digestivo resistente.
Sistema inmune muy activo.
Responde mejor al estrés con una actividad física intensa.
Requiere un metabolismo eficiente para mantenerse delgado y enérgico.
Alimentos desaconsejables: Jamón, pulpo, salmón ahumado, cacahuete, pistacho, trigo, aceitunas, maíz, naranjas o melón, etc.
Grupo sanguíneo A: “El Agricultor”
El primer vegetariano.
Cosecha lo que siembra.
Tubo digestivo sensible.
Responde mejor al estrés con ejercicios leves como yoga.
Requiere una dieta vegetariana para mantenerse delgado y productivo.
Sistema inmune poderoso.
Sistema digestivo tolerante.
Consumidor de productos lácteos.
Responde mejor al estrés con creatividad.
Requiere un equilibrio entre la actividad física y mental para mantenerse delgado y animado.
Alimentos desaconsejables: Maíz, lentejas, garbanzos, semillas de sésamo, pollo, anchoa, mejillones, avellanas, aceitunas, tomate, coco y granada entre muchos otros.
Grupo sanguíneo AB: “El Enigma”
Fusión moderna de los tipos A y B
Tubo digestivo sensible.
Sistema inmune excesivamente tolerante.
Responde mejor al estrés con una acción de calma, es decir ejercicios como el yoga.
Hay estudios científicos que comentan que este tipo de dieta no tiene una base sólida para afirmar con certeza sus resultados. No obstante, pacientes que la han seguido durante un tiempo dicen notar mejorías.