La motivación extrínseca, y también la intrínseca, del alumnado se convierte en una fuerza que emerge en el aula para originar y mantener un comportamiento positivo de los alumnos hacia el aprendizaje.

El esquema sobre “la jerarquía de necesidades de Maslow” es una conocida ayuda visual que clarifica su teoría sobre las necesidades humanas, físicas y psicológicas. El objetivo que persiguió Maslow con este estudio fue establecer y jerarquizar las diferentes necesidades que poseemos los humanos. Así estableció, por ejemplo, que las personas tenemos una mayor necesidad de comer que de relacionarnos con otras personas. Casi obvio, podemos pensar, pero la realidad es que se nos olvida.

Según esta clasificación las personas tenemos unas necesidades de nivel inferior (representadas en las dos zonas más bajas de la pirámide) y que se satisfacen externamente. Unas necesidades de nivel superior que corresponde con los tres niveles más altos (que se satisfacen internamente). Para poder satisfacer una necesidad superior es preciso tener las anteriores cubiertas.

Siguiendo esta idea, los docentes deben atravesar una primera etapa compleja que consiste en conocer las necesidades de nuestros alumnos, para así poder prototipar, posteriormente, experiencias de aprendizajes auténticos. Adaptar la jerarquía a un diseño de experiencias educativas ayudará a crear un proceso de aprendizaje más atractivo para el alumnado. Un proceso, que sin ser en absoluto dogmatizante, sí nos puede ayudar a la reflexión, evaluación y mejora de cada actividad, de cada secuencia y de proyecto para dirigirnos hacia un aprendizaje auténtico.

Fase de Supervivencia: Es lo que Maslow denomina “necesidades fisiológicas”. ¿Cómo podemos diseñar experiencias que se correspondan con el “nivel sobrevivir”? En esta etapa de la secuencia debemos hacer que nuestros alumnos conozcan las reglas que se han generado alrededor de la actividad y sus contenidos. Si hablamos de un entorno virtual, durante esta fase además los alumnos conocerán todo lo relacionado con el interfaz o el uso de las herramientas necesarias. Si se trata de un entorno presencial, además, en esta fase se debe proporcionar al alumnado toda la información sobre los espacios, recursos con los que se cuenta, cronograma, etc.

Fase de progresión: Refiere a la protección, nos aporta la idea sobre la necesidad del alumnado de sentirse seguro. Comenzamos a crear una experiencia educativa en la cual el objetivo es claro: que los alumnos aprendan y progresen. Para ello, el clima de clase, los afectos y las emociones juegan un papel trascendental. Desde una visión “gamificadora” de las experiencias de aprendizaje, en esta fase veremos que ya saben controlar el juego para no ser penalizados, pero ahora tienen que dedicar esfuerzos a mejorar sus habilidades. Es el momento de lanzar retos cada vez más complicados que ayuden a los alumnos a progresar en creación de conocimiento.

Fase de socialización: En este nivel Maslow hace referencia a las necesidades de relación. Para una experiencia de aprendizaje auténtico debemos diseñar secuencias y dinámicas en las que nuestros alumnos trabajen en equipo y tengan experiencias de socialización rica. En este sentido, las TIC son un recurso de gran valor para el proceso. En esta fase es muy importante permitir a los alumnos que creen un vínculo de pertenencia a un grupo, el gran grupo de toda la clase y los subgrupos que dentro de esta puedes formar. El trabajo cooperativo se transforma en un aliado metodológico de gran valor para avanzar sobre esta fase y superarla.

Fase de reconocimiento: En esta zona de la pirámide, Maslow hace referencia a las necesidades de sentirse aceptado y reconocido. Se trata de potenciar el desarrollo de la autoestima, tan importante para alcanzar aprendizajes con valor añadido. A la hora del diseño de actividades de aprendizaje auténtico, esta fase es clave para que los alumnos sientan que son reconocidos en su experiencia de aprendizaje. Por ello es necesario pensar cómo los vamos a recompensar, qué les va a permitir sentirse respetados y qué premio tendrá su esfuerzo.

Fase de creación: En la cúspide de las jerarquías de las necesidades encontramos la autorrealización. Maslow define este nivel como el deseo de lograr todo lo que uno es capaz de lograr. Se trata de conseguir motivación hacia el desarrollo de las competencias. A partir de esta fase, nuestros alumnos toman las riendas y es el momento donde poner en práctica lo aprendido, pero enfocado a aquello que les apasiona. Es el momento de la construcción de nuevo conocimiento, de la creación, exposición y comunicación de expresiones artísticas, descubrimientos, documentos, artilugios o servicios: Es la hora de crear y compartir.

Fuente: Ined21