Una buena manera de planificar el nuevo año académico es pensar qué ideas o estrategias podemos implementar para darle un mayor atractivo a nuestras clases. A continuación, te invitamos a conocer una serie de propuestas, que esperemos contribuyan a despertar el interés de los estudiantes.

Proyectos que sean de interés para los estudiantes

Una idea puede ser proponer una investigación que gire en torno a una temática elegida por el alumno para que luego comparta los resultados en clase. De esta manera, conseguiremos captar el interés de los estudiantes y que trabajen con mayor entusiasmo. A los jóvenes les gusta poder compartir aquellos temas que les resultan de interés. Es además, una gran oportunidad de establecer mejores vínculos docente-alumno.

Cambio de rol: estudiantes como profesores

Otra opción puede ser pedirle a los estudiantes que elijan una temática dentro de la unidad o programa, para que realicen una investigación y preparen una clase dirigida al resto de los estudiantes. A los alumnos probablemente les interese poder exponer los puntos que para ellos son los más importantes y poder explicar por qué. Para vos como docente, es una buena manera de ver que los estudiantes comprenden la temática por su cuenta. En esta idea, el profesor actúa como guía y orientador en el proceso. Además de trabajar una temática concreta, estarás contribuyendo al desarrollo de otras habilidades, como elaborar una presentación y ser responsables.

Horas genio

¿Escuchaste hablar de las "horas genio" o "genius hours"? Se trata de un movimiento que permite a los estudiantes explorar sus intereses personales en el salón de clases. El profesor otorga determinada cantidad de horas "libres" y el alumno en ese tiempo elige a qué tema las dedicará. No se sabe bien dónde se originó esta idea, pero sí se sabe que compañías como Google permiten a sus ingenieros disponer del  20% del tiempo laboral en cualquier proyecto o idea personal que tengan. Esto no solo motiva a los estudiantes (o trabajadores), sino que mejora la productividad.

Concretamente en el aula, este enfoque va más allá de elegir un tema, realizar una investigación y luego intercambiar opiniones.  El objetivo es que el resultado sea la presentación de una propuesta, un diseño o un producto, por ejemplo. Está pensada para que los estudiantes aborden una temática que les apasiona desde varias perspectivas y puedan aplicar lo aprendido en clase creando algo concreto.