Vecinos de las inmediaciones de San Nicolás al 3200, el lugar donde el 8 de enero pasado se prendió fuego un depósito de caucho, denunciaron que del inmueble sigue emanando una espesa columna de humo que les dificultad la respiración. Con baldazos de agua intentan extinguirlo, ayudando al propio dueño. Pidieron colaboración de los bomberos.

En diálogo con la periodista Evelin Machain (Radiópolis, Radio 2), los habitantes linderos al galpón incendiado, aseguraron que a 10 días del hecho, deben soportar la salida incesante de humo. “Es el mismo material en combustión permanente”, advirtió un vecino de la zona.

“Todos los días es lo mismo, le tiramos agua, llamamos a los bomberos y nos hacen 500 preguntas y nos dicen que mandan una dotación”, se quejó. Según indicó, anoche llegó al lugar una dotación pero los vecinos permanecieron intentando terminar con el humo. “El dueño saca el caucho, el galpón está casi limpio pero es de nunca acabar”, lamentó.

El pasado 8 de enero, un incendio destruyó el depósito de caucho de la zona sudoeste. Los bomberos lograron contener las llamas pero los daños se anticipaban totales. El trabajo no fue fácil, los vecinos ayudaron pero el humo del caucho era demasiado intenso. Dos bomberos y dos trabajadores de Defensa Civil tuvieron que ser asistidos por personal del Sies con agua fría y máscaras de oxígeno por la inhalación de humo y calor.