La discusión acerca de los edulcorantes ha generado revuelo en el mundo científico, por lo que surge la necesidad de entender qué efectos pueden causar en la salud del consumidor. El aspartamo es uno de los endulzantes artificiales más utilizados y el más cuestionado por los consumidores.

Hace pocos días, una reconocida marca de gaseosas informó que reformulará el contenido de edulcorantes utilizado en todos sus refrescos dietéticos, reemplazando el aspartamo por sucralosa, en respuesta a la preocupación de sus clientes y a la baja en las ventas. “La disponibilidad de información que actualmente tiene el consumidor y la mala fama del aspartamo, ha llevado a algunas empresas alimentarias a eliminarlo de la formulación de sus alimentos. Esto no se debe a razones de seguridad alimentaria, sino que a marketing y ventas, ya que la oleada de información sobre posibles efectos perjudiciales en la salud por el consumo de este edulcorante, ha hecho que el consumidor lo vea como una sustancia toxica para la salud”, explica el equipo de nutricionistas de la carrera Técnico en Nutrición y Dietética de Duoc UC, sede Maipú de Chile.

Los edulcorantes más utilizados actualmente en la industria alimentaria son: Aspartamo, Stevia, Sucralosa, Splenda, Acesulfamo K y Sacarina Monosódica. Existen numerosos estudios, tanto a favor como en contra del uso de cada uno de ellos en la industria alimentaria. “El más controversial, de acuerdo a lo que se conoce hoy, sería el aspartamo. Sin embargo, debido a la falta de investigaciones concluyentes, la FDA y la EFSA lo aprueban como aditivo alimentario, en base a exploraciones que arrojan resultados positivos sobre su inocuidad”, comenta el equipo de especialistas.

El poder endulzante del aspartamo es 200 veces superior al azúcar, lo que lo convierte en un elemento artificial llamativo como ingrediente esencial en productos light. “Los edulcorantes artificiales han ganado espacio como herramientas de la dieta, ya que proporcionan el sabor dulce sin el aporte calórico del azúcar, favoreciendo la pérdida de peso. Pero no debemos olvidar que esto debe ir acompañado de un régimen hipocalórico y de ejercicio físico regular”, agrega el equipo de especialistas.

Debido a los diversos resultados contradictorios de los estudios científicos, la polémica persiste entres ciertos sectores, ya que no se puede afirmar que el consumo del aspartame sea inocuo o perjudicial para la salud. Por ejemplo, la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos) afirma que el aspartamo es una de las sustancias más exhaustivamente estudiada en el suministro de alimentos para consumo humano, con más de 100 estudios que avalan su seguridad. “Es necesario mencionar que las indagaciones existentes han sido realizadas en base a animales, por lo que hay seguir investigando”, agrega el equipo de nutricionistas que investiga el tema.

Los datos concluyentes que existen en la actualidad revelan que la IDA (ingesta diaria admisible) de aspartamo es de 40 mg por k peso corporal, lo que correspondería a 14 latas de una gaseosa light que contiene aspartamo, consumidas de forma diaria. Se trata de cantidades bastantes altas, que no coinciden con la realidad del consumo habitual de estas bebidas. “Se trata de un tema que viene discutiéndose hace años, pero sin el sustento científico suficiente. Más allá de prohibirlo por los efectos perjudiciales demostrados, se ha eliminado de estas bebidas por el impacto en las ventas de la empresa”, concluyen las especialistas.

Fuente: revistabuenasalud.cl