La mayoría de las personas ha elegido que el dominante sea el hemisferio izquierdo, tal es el caso de las personas diestras, por medio del cual se controla todo el lado derecho de nuestro cuerpo. En las personas zurdas el hemisferio dominante del cerebro es el  derecho.

En el hemisferio izquierdo es generalmente donde se apoya el lenguaje, nuestro pensamiento aritmético, lo más racional. En el hemisferio derecho se encuentra nuestro pensamiento creativo y musical.

Hay 2 genes que influyen en la posibilidad de que una persona sea zurda, y son genes que se relacionan con la herencia paterna.

El individuo que es zurdo tiene condiciones que, si son explotadas, pueden llevar a potenciar la creatividad de la persona.

Existe un 10% aproximadamente de la población general, mayormente de sexo masculino, donde la predominancia en el cerebro es del hemisferio derecho, brindando habilidad y control en el lado izquierdo del cuerpo.

Las dificultades de un zurdo

Tiempo atrás se pensaba que la proporción era en realidad mayor y que, por presiones culturales, los zurdos eran “invitados” a pasarse al grupo de los diestros. Históricamente a los zurdos se los intentaba “corregir”, asumiendo que dicha tendencia era un defecto. Más de un abuelo recordará alguna maestra que ataba las manos a los niños que intentaban escribir con la izquierda.

Ser zurdo estaba tan mal visto en otras épocas, que han quedado ciertas frases como estigma:

“Hoy te levantaste con la pata izquierda…”

“Es mala educación dar la mano izquierda”

“Hacer las cosas por izquierda”

En un mundo preparado para diestros, crecer siendo zurdo impone desafíos adicionales. Ya desde pequeños se comprende la necesidad de desarrollar ciertas (nuevas) habilidades para participar de actividades que resultan naturales para el grupo mayoritario de diestros.

El objetivo del Día del Zurdo, que se celebra el 13 de agosto, es dar a conocer las dificultades a las que se ha enfrentado. Quizás la mayor complicación está relacionada con la escritura en etapa escolar. Siendo muy chicos nos enseñan a escribir, y nos piden hacerlo con una buena caligrafía.

Aun no dominamos la técnica cuando ya nos presentan una complejidad suprema: la lapicera con cartucho de tinta. El zurdo, naturalmente, pasa la mano por donde acaba de escribir, con lo cual corre la tinta fresca.

Esto ha sido agravado con la desaparición de los amplios y cómodos pupitres de madera, que dieron paso a los novedosos bancos “con apoyabrazo” (del lado derecho). Imaginen a un zurdo, escribiendo con la mano alzada para no mancharse la palma al arrastrar la tinta, y a su vez, con el codo sostenido en altura por no tener apoyo. Proeza. O letra fea, mejor dicho.

En este contexto, el zurdo busca soluciones: normalmente escribe con el cuaderno a 45º, o con la mano toda doblada, o de abajo hacia arriba.

Otros elementos de uso habitual que nos han hecho un poco más complicada la vida son los abrelatas, el mouse de la computadora, las tijeras, y hasta subirse el cierre del pantalón. 

En los últimos años, la aparición de tiendas online que venden productos especiales para zurdos resuelven muchas de estas complicaciones.

Fuente: Grupo Gamma