Gonzalo del Cerro es un rosarino que vive en Estados Unidos y trabaja desde hace cuatro meses en el polémico sistema de Uber, el servicio de vehículos de alquiler que une mediante una aplicación online al usuario con el prestador particular. Contó su experiencia en Telenoche (El Tres) y generó la reacción de los taxistas locales, que lo escucharon más que atentos desde el móvil en vivo.

“No es algo fantástico pero es mejor que otros trabajos. Te da flexibilidad y un buen sueldo, sin ser una locura”, fue el resumen que realizó Gonzalo, quien también sintetizó los pros y los contras del sistema, según su visión.

“Los clientes pagan menos”, dijo y puso como ejemplo que un viaje de 30 dólares en taxi sale 17 si se contrata un vehículo por la aplicación online. Calificó de “seguro” al sistema porque tanto el cliente como el chofer conocen el nombre y la cara de cada uno (es un requisito del software). La parte negativa del asunto no es menor: “Los taxistas y peones van a tener menos trabajo”, reconoció en diálogo con Alberto Lotuf.

También graficó lo que implica la desregulación: si la tarifa del servicio baja, el sistema le informa de un día para el otro al trabajador que ganará menos por cada viaje. “Aceptás o te quedás sin trabajo. Quedás muy desprotegido, no tenés manera de quejarte”, relató.

Después de la entrevista a Gonzalo fue el turno de los taxistas locales. Fue una suerte de muestra anticipada de la competencia (“desleal”, para el concejal Sebastián Chale) entre los choferes 2.0. y los peones y titulares tradicionales. Competencia que asoma en Capital Federal y ya generó una movilización nacional para el 6 de mayo.

Y ante la consulta de la periodista Almudena Munera sobre qué les había parecido la experiencia compartida, la respuesta fue contundente: “Pésima. Es un sistema totalmente desregulado”.

“Ellos lo toman como un ingreso extra, y en cambio para nosotros es nuestro trabajo, el sostén de nuestras familias. Si vienen y nos sacan el trabajo es obvio que nos vamos a oponer”, agregó otro de los taxistas consultados.

“Si ellos van a pagar ingresos brutos como nosotros, sacar el carnet profesional, pagar el seguro especial, hacer la desinfección, pagar el GPS; entonces está todo bien. El problema es que no lo pagan”, se quejaron.

“Nosotros tenemos una gran carga tributaria y nos regula la tarifa el Concejo, y ellos no. Si hay 100 mil viajes, y traes remises ilegales -para nosotros son eso-, nos van a sacar trabajo y va a haber consecuencias”, añadieron.