El fiscal de Marsella, encargado del caso del accidente del avión de Germanwings, indicó este jueves que la interpretación de la actuación del copiloto, que se negó a abrir la puerta de la cabina al piloto una vez que salió, indica que tenía la "intención de destruir el avión". El fiscal explicó que en los últimos minutos antes de que el avión chocara contra el suelo se escucha al copiloto "respirar con normalidad", lo que indica que seguía vivo y "a priori" no sufriría ningún problema.

Pese a los reiterados golpes del piloto desde fuera, "no se escucha absolutamente nada" en el interior de la cabina, al margen de la respiración, "durante los diez últimos minutos". "Había silencio total", subrayó. El fiscal consideró que el copiloto accionó de forma intencionada el descenso del aparato.

Los dos pilotos del avión de Germanwings que se estrelló el martes con 150 personas a bordo eran de nacionalidad alemana, según reveló etambién el fiscal, que dijo desconocer su "origen étnico" o su religión.

Asimismo, precisó que el copiloto, al que responsabilizó de haber destruido "intencionadamente" el aparato al no permitir que el piloto entrara en la cabina y haber accionado el descenso, no figuraba en la lista de terroristas buscados.

Aunque el fiscal no quiso revelar las identidades de los dos pilotos, el diario “Bild” informó de que se trata de Patrick S., un padre de dos hijos que volaba desde hace unos diez años con Lufthansa y Germanwings, y Andreas L., residente en Montabaur, en Renania-Palatinado y que se formó como piloto en Bremen.