Fue el domingo 16 de octubre de 2011 cuando en una tarde espléndida de sol el cielo de Rosario se convirtió en gris y opaco. El motivo fue la llegada de las cenizas del volcán chileno Puyehue, que había entrado en erupción en junio de ese año.

La rotación de los vientos al sector sur hicieron que las cenizas viajaran desde el volcán ubicado en la cordillera de Los Andes, en la región de Los Ríos de Chile (a la altura de Villa la Angostura) hasta la ciudad de Rosario.

El volcán chileno había entrado en erupción el 4 de junio de 2011 y por varios meses emitió grandes cantidades de cenizas. Si bien el 13 de junio ya habían llegado algunas partículas al cielo rosarino, recién el 16 de octubre se sintió con fuerza su presencia.

Así quedó el cielo tras la llega de las cenizas.

Alrededor de las 18 de aquel día domingo, una nube gris comenzó a cubrir el cielo y sorprendió a todos los que disfrutaban de un agradable día de sol.

Una lancha escapa de la nube de cenizas en el río Paraná.

Aquella jornada, el aeropuerto local suspendió sus vuelos y desde Vialidad Nacional alertaron a los conductores por la baja visibilidad.

¿Puede pasar algo similar con la activación del volcán Calbuco?

Por el momento, el Servicio Meteorológico Nacional no arrojó proyecciones que puedan favorecer la presencia de cenizas en Rosario y la región. De todas formas, los especialistas siguen de cerca la actividad del volcán y la trayectoria de los vientos que puedan traer ciertas complicaciones a regiones más alejadas del lugar de la erupción.