El fiscal Marcelo Romero pidió que sean condenados a reclusión perpetua cinco de los siete acusados de la salidera bancaria cometida en 2010 contra la embarazada Carolina Píparo, mientras que reclamó 15 años de prisión para los otros dos.

Al cabo de su alegato ante el Tribunal Oral Criminal II de La Plata, el fiscal hizo ese pedido de penas y requirió a los jueces que se investigue si las autoridades del Banco Santander Río de La Plata incurrieron en “conductas culposas” que facilitaron la salidera sufrida por la mujer.

El alegato de Romero se extendió durante casi tres horas y, a su término, los jueces resolvieron que pase para el próximo lunes el del abogado que representa a la víctima, Fernando Burlando, quien estimó que su exposición demandará unas cinco horas.

Romero pidió la pena de reclusión perpetua para Carlos Moreno como “autor material” del disparo que recibió Píparo y desvinculó así de esa conducta al acusado Carlos Burgos, quien había llegado al juicio como presunto ejecutor del disparo.

El fiscal explicó que la situación de Burgos cambió luego de que, iniciadas las audiencias de debate, Píparo identificara a Moreno como quien le efectuó disparo el 29 de julio de 2010.

Romero pidió la pena de reclusión perpetua para Moreno, Luciano López, Miguel Angel Silva, Carlos Jordán Juárez y Juan Manuel Calvimonte.

A los cinco les atribuyó el delito de "asociación ilícita, robo doblemente calificado por el uso de arma y en poblado y tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y en concurso de dos o más en concurso ideal con homicidio doblemente calificado por alevosía, por el concurso premeditado de dos o más personas en perjuicio de Carolina Píparo y de su bebé, que murió una semana después de nacer, Isidro Buzzali.

A Silva, Calvimonte y a Jordán Juárez le imputó además la participación en otras dos salideras ocurridas días antes del hecho sufrido por Píparo.

En tanto, Romero pidió que se aplique una pena de 15 años de prisión a Burgos por el delito de asociación ilícita en el caso Píparo, y por el robo doblemente calificado por ser en poblado y con empleo de arma no apta en otra salidera ocurrida días antes, en perjuicio de dos mujeres.

Para el imputado Claramonte, finalmente, el fiscal pidió también la pena de 15 años por el delito de asociación ilícita en concurso real con el robo sufrido por Carolina Píparo.

El fiscal fundamentó así su pedido de reclusión perpetua por, entre otros delitos, el “homicidio doblemente calificado” de Isidro, el bebé que nació de una cesárea practicada de emergencia a Píparo y que falleció una semana después, el 5 de agosto de 2010.

Citando los informes y las declaraciones de los médicos que atendieron a la mujer y al niño dejó sentado que el bebé, hasta el momento del hecho, era sano y que fue justamente el disparo que recibió su madre el que ocasionó el cuadro de hipoxia que le ocasionó la muerte una semana después.

Durante más de una hora el fiscal enumeró la prueba acumulada contra los siete hombres, en especial los cruces telefónicos que demuestran su conexión antes del hecho y el día del hecho, cuando los teléfonos fueron localizados en las inmediaciones de la sucursal bancaria y en la zona cercana a la casa de Píparo, donde fue interceptada y baleada.

Para Romero, Silva fue quien marcó a Carolina páparo dentro de la sucursal del Banco Santander Río, ubicada en las calles 7 y 42 de La Plata y que Carlos Jordán Juárez era quien lideraba la banda, asignado roles y proveyendo la logística.

Píparo, de entonces 30 años, fue baleada el 29 de julio de 2010 cuando con su madre, María Ema, retiró dinero de la sucursal del Banco Santander Río de 7 y 42, en La Plata y se dirigió a su casa, en las calles 21 y 36, de la capital provincial.

Tras apoderarse del dinero, y antes de huir, el ladrón baleó a Píparo en el rostro, lo que motivó que le realizaran una cesárea de emergencia para que diera a luz a su hijo, que murió una semana después.