El uso cada vez más frencuente de los llamados inhibidores de alarmas puso en alerta al Ministerio de Seguridad de la provincia que, optó por realizar una recreación de su funcionamiento a través de un video de ficción. Curiosamente, el ladrón lleva puesta una gorra y bebe cerveza.

“En este video que enviamos, queremos poner a la sociedad en conocimiento sobre una metodología delictiva que se está viendo en diferentes puntos de Latinoamerica y nuestro país no es la excepción, el robo de vehículos o bien de objetos guardados en su interior mediante el uso de un pequeño dispositivo: el inhibidor de alarmas, un aparato que cabe en cualquier lado y pasa inadvertido”, señalan en el comunicado de prensa.

En la recreación, se puede ver a un hombre que responde a ciertos prejuicios sobre la apariencia de las personas que cometen delitos: de mediana edad, vestido con una campera deportiva y una gorra, bebe cerveza, al acecho de distraídos conductores. Así, –y esta una observación de Rosario3.com que el Ministerio de Seguridad consideró incorrecta en un llamado realizado luego de la primera publicación de esta nota– un gobierno que sostiene que es víctima de estigmatizaciones como ciudad “narco” y por su inseguridad, remarca a través de este contenido, un tipo de discriminación social imperante en las calles. 

Según explicaron desde el gobierno, los inhibidores de frecuencia son dispositivos electrónicos de tamaño reducido que, mediante la emisión de una señal, anulan la frecuencia de cualquier alarma de forma tal que evitan o interrumpen la comunicación entre el pulsador que lleva el vecino y la central que está escondida en el coche. Legalmente se los utiliza para anular el uso de celulares en un inmueble.

“La víctima se va creyendo que activó el equipo y el rodado se encuentra a salvo. Nada más lejos de la realidad. Anulada la alarma, con llaves o ganzúas los ladrones fuerzan las puertas o baúles del vehículo y manotean lo que quieren. O, directamente, se llevan el rodado”, continúa la explicación de cómo es el modus operandi de este delito.

Cabe recordar que a principios de mes fue desbaratada una banda rosarina dedicada a los escruches y entraderas, cuya cabecilla habría sido la esposa de Diego Demarre, el dueño de Infinity Night asesinado tras el crimen de Claudio "Pájaro" Cantero en la puerta de ese boliche. La semana pasada, los objetos recuperados fueron exhibidos para su restitución.