El término “oficinopatías” refiere a los trastornos de salud y malos hábitos que se generan como consecuencia del trabajo en las oficinas. Dolores de cabeza, problemas visuales, dolores de espalda y de piernas, problemas en los brazos y manos, tendinitis, “burning” y estrés son algunos de los trastornos comunes que afectan a hombres y mujeres que pasan horas sentados frente a un escritorio.

El sedentarismo se convierte en uno de los principales problemas del mundo y la Argentina no está exenta: para fines de 2016, se calcula que el 73% de la población local va a ser sedentaria, según el Ministerio de Salud.

Para minimizar la probabilidad de desarrollar problemas de salud, se recomienda seguir estos consejos:

- Evitar posturas estáticas: Hacé pequeñas pausas y abandoná regularmente y durante breves momentos tu escritorio, al menos una vez por hora, y date un pequeño paseo o al menos hacé algo completamente diferente de lo que haces durante todo el día. Incluso un pequeño descanso de la pantalla de la computadora puede ayudar enormemente a la concentración y a la reducción de la presión ocular; los expertos recomiendan que te alejes de la pantalla durante 5 minutos cada hora.

 -Para hablar por teléfono, usá unos auriculares: evitá sujetar el teléfono entre el cuello y la oreja, ya que eso puede causarte dolores de cervicales, espalda y hombros.

- Hacé estiramientos: incluso un minuto de estiramientos cada media hora puede tener efectos beneficiosos.

- La posición, importante. Asegurate de que tu puesto de trabajo tiene la configuración adecuada, con la parte superior de la pantalla ligeramente más alta/más baja que la altura de los ojos, la altura de tu asiento está regulada de modo que los pies reposen completamente en el suelo o en un posapiés, y que la flexión de las rodillas tenga el ángulo adecuado.

-Si usás una computadora portátil hacelo sobre el escritorio y no sobre las rodillas.

-Levantate. ¿Utilizas el correo electrónico y el teléfono para permanecer en contacto con los compañeros que trabajan en el mismo edificio? ¿Y si te acercaras a verlos y les dijeras en persona lo que en principio pensabas comunicar por correo?

-Hacé ejercicios en la oficina. ¡Moverse es bueno! Los ejercicios similares a los que se hacen en el avión son ideales.