El Registro Nacional de Armas (RENAR), del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, recolectó 4.764 armas en los últimos cinco meses a través del Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego. Fueron recepcionadas en los puestos fijos de las delegaciones que el organismo nacional tiene habilitadas en las distintas provincias, y también a través de los puestos móviles que recorren todo el territorio nacional.

Desde enero de este año los puestos móviles del Renar recorrieron las provincias de Córdoba (Río Cuarto), Misiones (Puerto Rico, San Javier y Dos de Mayo), Chaco (Resistencia y Presidente Roque Sáenz Peña), Buenos Aires (Mercedes) y Santa Fe (Santa Fe y Rosario).

La entrega del arma es anónima y voluntaria. En el momento, los trabajadores del Renar toman el número de serie, tipo y calibre para cotejarlos con el registro interno. Las armas que estén relacionadas con procesos judiciales pendientes son separadas y quedan sujetas a los procesos administrativos correspondientes.

Luego son inmediatamente inutilizadas con una prensa hidráulica. A cambio, el organismo otorga una retribución económica que va desde los $500 a $2.000. El proceso finaliza más adelante cuando el Renar destruye y funde el material de las armas en una planta siderúrgica.

Desde su implementación, ya se sacaron de circulación más de 168 mil armas y más de 1 millón de municiones. La política de destrucción tiene como objetivo la eliminación total del arma de fuego y la imposibilidad de que la misma vuelva al circuito y pueda ser utilizada ante situaciones conflictivas y violentas. El método argentino, que consiste en la inutilización, destrucción y fundición de las armas, es pionero en la región y recibió elogios del Mercosur.

El Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego recibió en Nueva York el premio "Política del Futuro 2013", otorgado por la Oficina de Asuntos de Desarme del organismo (Unoda), el Consejo Mundial del Futuro y la Unión Interparlamentaria.