El caso del santiagueño al que hubo que sacarle una tapa de desodorante del recto generó la duda. ¿Cuán habituales son estos casos? El cirujano José Speranza dijo que este tipo de situaciones, llamadas “empalamiento”, antes podía pasarle a un chico jugando y no más que eso, pero que hoy es más habitual, “con la libertad sexual”, encontrar en el recto “restos de distintos instrumentos”.

El caso, explicó el profesional al programa A diario, de Radio 2, no es complejo si el elemento no pasa de cierta profundidad y se puede tomar de alguna forma para sacarlo. Pero si no, se requiere una cirugía que tiene sus complejidades, pues hay que abrir el abdomen, el intestino grueso y recurrir a un ano contranatura temporario.

El médico remarcó que lo que era una rareza en los últimos diez años dejó de serlo y que en su caso ha visto hasta una botellita chica de coca cola, lo que es todo un problema porque hace vacío en el colon y hay que romper, con el riesgo que eso conlleva.