Dos tercios de los irlandeses votaron a favor de la despenalización del aborto, según los resultados oficiales sobre el histórico referéndum celebrado este viernes en el país, una victoria aplastante para los partidarios de la reforma de la legislación vigente, una de las más duras de Europa.

Un total de 66,4% de los votantes apoyaron la propuesta de derogar la octava enmienda constitucional, que equipara los derechos de la mujer a los del feto e hizo, por ende, imposible el aborto salvo en caso de riesgo para la vida de la madre. Implicaba hasta 14 años de cárcel para la mujer y el personal sanitario que lo realizara la operación.

En total, la despenalización cosechó el voto a favor de 1.429.981 (sobre todo de la población de menos de 50 años), frente a los 723.632 votos en contra.

"Lo que hemos visto hoy es la culminación de una revolución silenciosa que ha tenido lugar en Irlanda", declaró este sábado el primer ministro del país, Leo Varadkar, uno de los defensores más fervientes del "sí".

"Esto ha sido un gran ejercicio en democracia, y la gente ha hablado", añadió Varadkar, homosexual declarado y médico de profesión, en una primera reacción a la emisora pública irlandesa RTE.

Esta amplia victoria abre las puertas al gobierno del partido democristiano Fine Gael para cambiar la ley y permitir el aborto en todas las circunstancias durante las primeras 12 semanas de embarazo y, en casos excepcionales, hasta las 24.

La afluencia a las urnas fue del 64,1%, la más alta desde el referéndum sobre la legalización del divorcio de 1996, después del cual se han celebrado veintiún plebiscitos más.

En Argentina comenzó este año un debate en el Congreso con un fin similar y que tendrá su primera votación en la Cámara de Diputados en junio.