No pertenecen a la fuerza pública ni tienen un entrenamiento especial, pero su aporte ayudó este sábado a detener a Martín Lanatta, uno de los tres prófugos del penal de Alvear y por ahora el único recapturado. Uno le avisó a los agentes dónde estaba Martín y otro les prestó sus caballos para que pudieran entrar en una zona de difícil acceso. Relatos en primera persona de vecinos que se sumaron a la acción.

“Estaba trabajando en el campo cuando aparece un señor. Me dijo que tenía que tomar unas pastillas y me pidió agua”, comenzó el vecino de Santa Fe que encontró a Lanatta.

“Por la pinta que tenía, lo primero que se me cruzó fue que era uno de ellos”, reconstruyó el hombre para el canal de noticias TN y señaló que el sospechoso tenía un corte en la cara pero que le había explicado que era por un accidente. “Dijo que era de San Justo”, agregó.

Sin embargo nada lo convenció y después de darle el vaso de agua, salió con su esposa por la ventana de atrás de su casa y logró contactar a la policía.

Pero la pieza clave para ponerle las esposas a Lanatta fue otro humilde vecino de Cayastá que cedió sus tres caballos para que los agentes pudieran ingresar a un terreno de difícil acceso. Se cree que los prófugos estaban escondidos en una zona de arroceras, complicada para rastrillar.

“Acá somos todos conocidos, así que me pidieron colaboración y yo puse a disposición mi carro y los caballos. Teníamos que hacerlo entre todos”, contó Juan Carlos también a TN.

“Los policías se jugaron la vida, trabajaron muy bien, los felicito”, concluyó con orgullo el ganadero.