Otra madrugada de bombas de estruendo. Otra madrugada en la que los vecinos de escuelas secundarias hubieran deseado vivir en otra calle. Los alumnos del 5º año salieron otra vez a festejar “el principio del fin” del colegio. A puro canto y cotillón interrumpieron desde las seis, aproximadamente, el paso por Oroño y Santa Fe y por Balcarce y Mendoza. Y sin Guardia Municipal que contuviera, por el paro de la Festram, los chicos hacieron de las suyas. Hasta que llegaron los padres. 

Según informó el periodista Fernando Carrafiello de Radio 2, alertados por la situación,algunos padres llegaron a Mendoza y Balcarce –donde el panorama era más complicado– y "a una sola mirada" desactivaron los festejos. Algunos incluso, señaló, se los vio barrer la vereda. 

Munidos de espuma en aerosol, bombas de estruendo y cotillón, los adolescentes interrumpieron por Balcarce y Mendoza. Nadie se salvó de la espuma; ni siquiera quienes nada tenían que ver con el festejo.

En Oroño y Santa Fe ocurrió algo similar aunque fue en Mendoza y Balcarse donde se concentraron la mayor cantidad de adolescentes. 

"No se puede dormir", dijo una vecina. "Es insoportable", aportó otro.