Dos taxistas se agarraron a las piñas esta madrugada en una estación de servicio de Entre Ríos y Gálvez pero parece esconder algo más que la pelea por un pasajero. Algunos lo describieron como “una batalla campal”. Cada chofer contaba con el respaldo de otros tacheros que habrían participado de alguna manera en la reyerta y huido tan pronto llegó la policía. El episodio movilizó al lugar al comando radioeléctrico y varios grupos de apoyo. En el lugar secuestraron un revólver y restos de un ladrillo que habría servido de arma. Los dos principales rivales quedaron detenidos.

Según informó el periodista Hernán Funes de Radio 2, la violencia se desató entre la 1.30 y las 2 de la mañana en una estación de servicio de zona sur. Se trata de un lugar elegido por los taxistas para hacer una pausa, cargar nafta y tomar un café.

Aparentemente en alguna de esas cosas estaban dos taxistas de 33 años cuando, tal vez, una palabra mal expresada dio pasó a una discusión que terminó de la peor manera. Lo llamativo es que cada uno de los choferes –uno afiliado al Sindicato de Peones; el otro de Taxistas Autoconvocados– pronto consiguió apoyo de parte de sus colegas y de repente había dos bandos enfrentados.

Sin embargo, apenas se escucharon las primeras sirenas policiales, la mayoría desapareció. En el lugar quedaron los dos rivales originarios, Matías F. y Arnaldo B. y algunos pocos tacheros que contaron lo que pasó.

A partir de estos relatos, los agentes hallaron en un depósito un revólver calibre 32 largo y en la zona del minimarket restos de un ladrillo que habría sido utilizado como arma.

El caso, que no deja de despertar todo tipo de hipótesis ya que no quedaron claros los motivos de la pelea, es investigado por personal de la comisaría 5ª donde fueron a parar los dos principales protagonistas.