Analizar las necesidades de promoción de la salud y prevención primaria forma parte del quehacer de los profesionales del Instituto Universitario del Gran Rosario, quienes realizan acciones destinadas a desarrollar en los estudiantes las competencias necesarias para su desempeño laboral exitoso en el nivel de Atención Primaria en Salud, teniendo en cuenta el predominio inter-disciplinario de dicha área. 

Prácticas Hospitalarias I es la asignatura que acerca a los estudiantes de 3º año de la Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría al trabajo preventivo, entendido éste como un dispositivo de intervenciones orientadas a evitar la aparición de enfermedades específicas, reduciendo su incidencia en las distintas poblaciones. Pero fundamentalmente, es el espacio donde se promueve la salud.

La primer Práctica Pre-Profesional Supervisada de la carrera se desarrolla en más de 20 Centros de Salud de Rosario y la Provincia, articulando las actividades asistenciales con el Sistema Público de Salud, involucrando a los estudiantes con la comunidad y favoreciendo la conjunción de los aprendizajes teóricos y el ejercicio profesional de los futuros egresados.

El Kinesiólogo hace al barrio

El Licenciado Sebastián Sánchez es el Profesor Titular de la materia, quien supervisa todas las rotaciones [1], y el instructor a cargo en el Centro de Salud que funciona en el Barrio Santa Lucía.  Allí se instalaron para dar impulso, para pensar cómo generar acciones que sean de utilidad. Estableciendo vínculos con la comunidad, acudiendo a los hogares, van identificando necesidades de salud imperceptibles desde otra metodología.

Actividades como el dictado de talleres de promoción en la escuela del barrio, mostrando a los chicos que la importancia de una alimentación saludable acompañada de actividad física diaria es fundamental para prevenir patologías asociadas con la obesidad, prevenir lesiones debidas a la mala nutrición y mejorar el rendimiento físico, es parte de la tarea de generar kinesiólogos comprometidos con el barrio, con el contexto, con la salud y con la profesión.

De este diálogo directo con la comunidad y de la observación de las causas que llevan a las personas a los distintos servicios kinésicos, se pueden proponer intervenciones diferentes que repercutan en mejorar la calidad de vida.

En el distrito Noroeste de Rosario, en el centr. “Dra Débora Ferrandini”, los estudiantes y docentes concluyeron que el 60 % de los pacientes registrados acuden por “algias” en diferentes regiones del cuerpo. En el trabajo clínico pudieron determinar que muchos de esos dolores se vinculaban con alteraciones posturales.

“Tenemos muchos pacientes con alteraciones posturales y les pedí a los alumnos que vienen al Centro que investigaran. Y como el material fue muy interesante se me ocurrió que se lo transmitieran a sus compañeros”, detalla la Licenciada Virginia Rubio, instructora a cargo.

Así fue como organizaron una jornada de capacitación sobre evaluación y reeducación postural que además de ofrecer conceptos fundamentales de la evaluación postural, sirvió para afianzar el compromiso de los estudiantes con la práctica de la APS.

A esta jornada de formación se le sumó un taller de prevención de patologías pediátricas, considerando que el 30 % de los pacientes que asisten el centro son pediátricos. Brindaron nociones básicas sobre las enfermedades respiratorias, concientizaron sobre la importancia de prevenir y acudir a un especialista a tiempo y dieron herramientas conceptuales de higiene y prevención.

Formando kinesiólogos comprometidos

Las iniciativas que tenga el docente repercuten mucho en los alumnos. El profesional que se desempeña como tutor suele contagiar en los estudiantes el espíritu comunitario, y es ese contagio el que posibilita la construcción colectiva.

Los Kinesiólogos pueden contribuir en la promoción de la salud aumentando el acceso a los servicios de salud, desarrollando un ambiente saludable y fortaleciendo los grupos y recursos comunitarios.

Son los profesionales quienes tienen la responsabilidad de brindar las herramientas y la información necesarias para promover y facilitar el cambio, pero se requiere de un proceso continuo de colaboración y construcción. Escuchar lo que es importante para los sujetos y las comunidades es el paso principal para planificar las acciones  que impacten en una mejora en la calidad de vida.

[1] Se denomina rotación  a cada trayecto de PPS que realizan los estudiantes en un efector.

Fuente: Instituto Universitario del Gran Rosario