Dentro del Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, el Sumo Pontífice celebró este martes una histórica y singular misa ya que fue la primera vez que un Papa da una homilía dentro del templo de la patrona de Cuba. Fue su despedida de la isla, ya que Francisco partió luego hacia Estados Unidos y por la tarde arribó a Washington, donde lo recibió el presidente Barack Obama.

"Día tras día somos invitados a renovar nuestra fe, a salir de casa, a tener el corazón abierto a los demás. Nuestra revolución pasa por la ternura, por la alegría que se hace siempre proximidad, que se hace siempre compasión y nos lleva a involucrarnos, para servir en la vida de los demás", sostuvo en Cuba.

De esta manera, el pontífice argentino insistió en dos conceptos: la revolución como modo de cambio social y la ternura como metodología.

Durante la misa que fue seguida por miles de personas en Santiago de Cuba, fuera del templo y también en las plazas de la ciudad, en donde se montaron televisores, Francisco volvió a pedir el "encuentro de los otros para compartir gozos y alegría, esperanzas y frustraciones".

Además, reclamó nuevamente "salir de las casas" para visitar "al pobre, al enfermo, al preso"; o como los describió previamente durante su estadía en Cuba, el "material de descarte" del mundo.

"Queremos ser una iglesia que sepa acompañar todas las situaciones embarazosas de nuestra gente, comprometidos con la vida, la cultura, la sociedad, no borrándonos sino caminando con nuestros hermanos", sostuvo Francisco.

"Este es nuestro cobre más precioso, esta es nuestra mayor riqueza y el mejor legado que podamos dejar: aprender a salir de casa por los senderos de la oración", afirmó el pontífice argentino, quien llegó de gira a Cuba bajo el lema "Misionero de la Misericordia"

El Papa brindó la última misa en su gira por Cuba ante 3.000 invitados en el templo -muchos de ellos, miembros de "comunidades sin templo"; una expresión novedosa y particular de fe en Cuba- y luego mantuvo un encuentro con familias cubanas.

Primera visita a Estados Unidos

Posteriormente, se trasladó desde esa ciudad cubana a Washington, capital de Estados Unidos, para continuar con su gira en el marco del restablecimiento de las relaciones entre ambos países en el que el papa Francisco tuvo un rol destacado. Arribó minutos antes de las cinco de la tarde argentina.

El argentino Jorge Bergoglio fue recibido por Obama y su familia –su mujer Michelle y sus hijas Sasha y Malia–; con el mandatario se saludaron con un largo apretón de manos.

Varios centenares de personas esperaban al Papa en la base desde hacía varias horas y lo recibieron al grito de "Francisco, Francisco" y "Se nota, se siente, el papa está presente", en español.

Entre ellos, muchos niños de colegios católicos de Washington, de los cuales cuatro seleccionados entregaron flores al pontífice a su llegada.

Fiel a su estilo sencillo, el Papa, que en el aeropuerto no hizo declaraciones, eligió para desplazarse desde la base hasta Washington un pequeño automóvil negro, un Fiat Cinquecento.