La Cámara de Diputados tomó juramento al ex secretario de Justicia, Julián Álvarez, y al ex presidente del Banco Nación, Ignacio Forlón, por ocho años como directores de la Auditoria General de la Nación, luego de una áspera polémica entre el oficialismo y la oposición que consideró que no podían votarse esos nombramientos.

La presidenta del bloque de diputados del Frente para la Victoria, Juliana Di Tullio, presentó una moción para tomar juramento a los nuevos auditores en la sesión especial previo al tratamiento de un conjunto de proyectos incluidos en el plan de labor.

La postura fue rechazada por el presidente del bloque radical, Mario Negri, quien anticipó que "recurrirá a la justicia para anular la designación de estos dos directores porque los mandatos no están vencidos y la inclusión del tema para votar estos nombramientos son irregulares", aduciendo que el tema no figuraba en el orden del día.

Sin embargo, Di Tullio sostuvo en base a un dictamen de la comisión Revisora de Cuentas que los mandatos vencieron el 5 de septiembre.

La UCR, por su parte, afirmó su postura en base a un dictamen de la comisión de Asuntos Constitucionales del Senado y sostuvo que concluyen el 10 de diciembre.

En tanto, el resto de la oposición denunció un intento de querer colonizar el organismo de control ya que si Daniel Scioli pierde el balotaje ante Mauricio Macri, el kirchnerismo podrá tener cinco de los siete miembros incluyendo al presidente, que siempre corresponde a la segunda minoría parlamentaria.

Pese al rechazo de la oposición, el oficialismo consiguió aprobar por 127 votos contra 53 negativos y 26 abstenciones estas designaciones y la toma de juramentos de los nuevos integrantes de la Auditoría General de la Nación.