La aprobación de la emergencia en seguridad y una serie de medidas de parte de los concejales rosarinos incluyó un proyecto que regula la venta de bebidas alcóholicas. La iniciativa del radical Sebastián Chale apunta controlar su comercialización teniendo en cuenta que “el alcohol, junto con otras sustancias, es uno de los combustibles determinantes en muchas situaciones de violencia”.

A través de un comunicado de prensa, Chale confirmó la aprobación de su proyecto y brindó precisiones al respecto. El proyecto controla la venta de bebidas alcohólicas en todo tipo de establecimientos a partir de la implementación de un registro y licencia especial para la venta. “La regulación procura fomentar la venta responsable y desalentar el consumo excesivo a través de controles más estrictos. Se ordenará la comercialización de alcohol, una sustancia que, junto a otras, es el combustible que está presente en muchas de las situaciones violentas”, afirmó el autor de la iniciativa Sebastián Chale.

La propuesta apunta a moderar la venta y expendio de bebidas alcohólicas en todo tipo de comercios (kioscos, restaurantes, pubs, boliches, supermercados, etc). “Este proyecto aporta una herramienta importante para promover la venta y el consumo responsable, influyendo en la disminución de temas sensibles como niveles de alcoholemia, siniestros viales, disturbios en la vía pública y violencia doméstica, al mismo tiempo que apela al abordaje de una problemática esencial de salud pública. Se necesitan ordenanzas claras y precisas que faciliten el control por parte del Municipio", consideró.

Los locales que deseen vender bebidas con alcohol deberán contar con una licencia para la venta y encontrarse inscritos en un registro gratuito para la comercialización de bebidas alcohólicas. El registro contemplará 4 categorías de licencia que se establecerán de acuerdo al rubro: categoría “A” para venta mayorista y distribución, “B” para venta minorista sin consumo en el lugar (kioscos, almacenes, vinerías, supermercados) quienes podrán comercializar sólo de 8 a 23 hs, “C”: venta para consumo gastronómico en el lugar (bares, restaurantes, resto-bares, parrillas, pizzerías, eventos y servicios de catering) y “D”: venta para consumo en locales de diversión y esparcimiento en el lugar (pubs, cervecerías, discotecas, locales bailables, peñas y otros espectáculos públicos).

La licencia deberá ser exhibida en un lugar visible del establecimiento. "Las categorías serán determinadas a partir de diferentes grados de responsabilidad. Por ejemplo, no es la misma responsabilidad la que tiene aquella persona que está al frente de la barra de un boliche que la de un comerciante que tiene un almacén. Las categorías de licencia se definirán con un criterio claro: si la venta de alcohol es el ingreso principal o si complementa otras actividades, como la gastronomía", destacó Chale y agregó: "Tampoco podemos seguir admitiendo la comercialización indiscriminada de alcohol en kioscos y minimarkets durante la madrugada".

Asimismo, se proponen multas más clausuras de 20 a 90 días. En caso de reincidencia se dispondrá la caducidad de la habilitación comercial otorgada y la inhabilitación para la venta de alcohol por 5 años. No podrán sacar la licencia quienes hayan tenido clausuras definitivas y se determinará la caducidad para quienes vendan a menores de edad.

“En un contexto social de suma complejidad, creemos que es necesario aplicar medidas responsables que apunten a disminuir los efectos nocivos del exceso de consumo de estos productos, así como también ordenar la noche. Esto redundará en la salud, la seguridad y la tranquilidad tanto de los jóvenes como de las familias rosarinas”, indicó Chale.

“Esta acción busca proteger a nuestros jóvenes. De hecho, hemos planteado que el 70% de lo recaudado sea destinado exclusivamente a campañas de concientización, impulsando un plan integral de contención y prevención de adicciones", concluyó.

“Hay modelos de habilitación que han sido aplicados con resultados positivos en varios países, habiéndose reducido la incidencia de alcoholización entre menores de edad. El consumo, sobre todo por parte de los jóvenes, es un hábito generalizado y no debe considerarse como un comportamiento individual, sino como parte de un contexto socioeconómico y cultural. Según datos de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), se estima que en la Argentina hay casi 2 millones de alcohólicos y que por año mueren unas 25 mil personas por causas relacionadas a alcoholismo. Además de enfermedades como cirrosis, hepatitis, etc., muchos de los homicidios, suicidios y abusos ocurren en ocasiones en que ha intervenido un consumo desmedido de alcohol”, destacó Chale.