Después del polémico mensaje "Matar o morir" del banderazo del jueves pasado en el Coloso, el viernes a la noche un grupo de hinchas de Newell's redoblaron la apuesta y fueron hasta el hotel de Ricardone, donde concentra el plantel, para presionar a los jugadores. El reclamo: ganar o ganar ante Central el domingo.

El hecho fue confirmado a Rosario3.com por diversas fuentes, aunque no coinciden del todo en cómo ocurrieron los hechos y la gravedad de los mismos.

Versiones no oficiales indican que unos 30 integrantes de la barra brava ingresaron al predio donde estaban los jugadores, quienes dejaron los autos en Bella Vista y partieron en un colectivo hasta ese inmueble del club.

Los barras habrían amenazado al plantel con que si no lograban un triunfo en el clásico podría haber represalias hacia ellos. Los jugadores habrían quedado preocupados por el hecho y hablado con la dirigencia. Ese fue el relato que difundieron quienes conocen el mundo Newell's y que incluso reprodujeron algunos medios nacionales.

Fuentes oficiales le bajaron el tono al incidente y afirmaron a este medio que no hubo violencia, ni personas armadas, más allá de un pedido de algún hincha a los jugadores. "Fueron a alentar, no pasó nada grave", señalaron.

Por otro lado, desde el Ministerio de Seguridad confirmaron que el operativo se mantiene programado como hasta ahora y el episodio no generó cambios en la planificación.

La tensión en torno al clásico subió el jueves con el mensaje del banderazo y este viernes se potenció cuando desde la Nación sugirieron a la provincia que el encuentro se juegue a puertas cerradas; algo que fue desechado.