En los últimos días, desde que el agua invadió grandes superficies de la Pampa Húmeda, se escuchó en forma insistente que el sistema de siembra directa es uno de los factores principales por los que el suelo ya no absorbe el agua como lo hacía en décadas anteriores. Este jueves, un investigador del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) analizó el tema en La primera de la tarde (Radio 2) y entregó una visión más amplia de esta cuestión.

De acuerdo a sus estudios desarrollados en los últimos 20 años, el ingeniero agrónomo Aquiles Salinas, de la estación Manfredi de la provincia de Córdoba, reivindicó el sistema de siembra directa que se utiliza mayormente hoy en el campo, pero a la vez le apuntó al monocultivo como el principal factor de la falta de absorción de las grandes superficies.

“He escuchado muchas opiniones en la televisión que están dando información contradictoria”, criticó el investigador. Y señaló que “la siembra directa impacta, pero en forma positiva porque ayuda a absorber el agua, controla la erosión hídrica y eólica”.

A continuación, Salinas explicó la segunda parte de su evaluación experimental: “Lo que sucede es que los productores han dejado de hacer cultivos de invierno, ese es el problema”.

“Hay un ensayo que venimos haciendo hace 20 años en el Inta, comparando la siembra directa con la labranza, y demuestra que la primera práctica ayuda a absorber mucho mejor el agua que la segunda”, indicó.

Y agregó que “sobre los mismos milímetros llovidos en una zona, las parcelas con siembra directa tienen la capacidad de absorber un 50 por ciento más que los terrenos en los que se utilizaba el sistema de labranza”. Salinas recordó que “la antigua remoción del suelo generaba una degradación física y química de la tierra”.

El investigador subrayó que “el concepto de siembra directa implica la no remoción del suelo, la rotación de cultivos y la fertilización”. Y recalcó que “el problema es que hoy el productor siembra solo soja sin mover el suelo”.

Tratando de buscarle una explición a esta problemática, el ingeniero consideró que el monocultivo “es una cuestión económica, porque el cultivo de invierno hoy no es rentable”.

Salinas describió que “la agriculturización ha ido avanzando sobre zonas marginales”, y añadió que “las napas están altas en el sur de Córdoba y en la provincia de Santa Fe porque los cultivos de invierno no consumen esa agua”.

Y remató con un ejemplo práctico: “Es como cuando uno tiene una esponja que se llena y ya no puede chupar más agua”.