El juez federal Ariel Lijo dispuso custodia sobre los dos presuntos espías denunciados por el fallecido fiscal Alberto Nisman, luego de que la Secretaría de Inteligencia (SI) revelara que no son agentes ni fueron contratados por ese organismo.

Se trata de Héctor Yrimia y Ramon Allan Bogado, quienes según la denuncia de Nisman eran agentes de la SI y operadores de un supuesto acuerdo secreto entre el gobierno e Irán.

En un breve oficio al Ministerio de Seguridad de la Nación, el juez a cargo provisoriamente de la causa ordenó que ambos sean protegidos por una fuerza dependiente de ese ministerio.

Bogado había dejado trascender que tenía miedo por su vida y dijo que estaría dispuesto a declarar.

El secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli, respondió a un exhorto de Lijo señalando que los nombrados "no pertenecen ni han pertenecido como personal de la planta permanente, contratado, de gabinete ni personal transitorio".

El lunes último, el gobierno levantó la clasificación sobre la identidad de los denunciados por Nisman ya que la legislación protege ese dato para los agentes de inteligencia.

En su respuesta, la Secretaría de Inteligencia reveló también que Bogado fue denunciado por la propia secretaría por usurpación de título y tráfico de influencias al comprobarse que habitualmente se presentaba como miembro de la SI y había realizado gestiones en la Aduana arrogándose esa calidad.