El ministro de Economía, Axel Kicillof, denunció un "ataque simultáneo" de los fondos buitre contra determinados "procesos políticos" de la región y ubicó en ese marco el litigio por la deuda argentina y una demanda contra la petrolera brasileña Petrobras.

"Hay una estrategia más generalizada que está utilizando la cuestión financiera como campo de batalla contra determinados procesos políticos", declaró Kicillof en una entrevista que publica el diario Página/12.

"En el año que terminó trataron de llevar a la Argentina al default, quisieron hacer caer la reestructuración de deuda del año 2005. Ahora vemos cómo los mismos actores, (el fondo) Aurelius concretamente, aparecen atacando a Brasil. Estos episodios van a quedar en los anales de cómo se desarrolla una guerra sin armas, desde el terreno judicial y con objetivos políticos",apuntó.

Kicillof enmarcó dentro un "ataque simultáneo" el conflicto por la deuda argentina en mora desde 2001 y la demanda contra Petrobras iniciada por el fondo especulativo Aurelius -uno de los impulsores de la demanda en Nueva York contra Argentina- en los tribunales de Providence (Estados Unidos), por presunta falsificación de información contable.

"En función de ello, y como tenedor de bonos emitidos por Petrobras bajo ley de Nueva York, (Aurelius) pide la aceleración de los bonos (su amortización adelantada, con intereses), lo que equivale a arrastrar al default a la petrolera brasileña. Este paralelismo no es gratuito ni casual. El ataque simultáneo contra Argentina y Brasil está tratando de generar un descalabro financiero en la región", continuó.

En cuanto a la sentencia del juez neoyorquino Thomas Griesa, favorable a los fondos especulativos que no aceptaron los canjes de 2005 y 2010 y que desde mediados de 2014 impide al país pagarles a los tenedores de bonos reestructurados, Kicillof aseguró que cumplir el fallo "hubiera sido el error más grave que podía cometer Argentina".

Vencida la cláusula legal Rufo, que impedía al país pagar más a otros acreedores que al 93 % que aceptaron las quitas de la reestructuración hasta el final de 2014, el funcionario reiteró la voluntad de diálogo de Argentina pero también que solo cumplirá con el 100 % de los bonistas en condiciones "equitativas y sostenibles".

"Argentina ofreció una reestructuración por el 100 % de su deuda y sólo quedó al margen el 7 %, del cual los fondos buitre tienen una parte (poco más del 1 %) y pretenden realizar una ganancia del 1.600 %", indicó Kicillof.

"Lo más lógico sería esperar una reacción del sistema judicial norteamericano que cambie esta actitud de total intransigencia. Con respecto a los fondos buitre, les propusimos que acepten las condiciones del canje, que les representaría una ganancia del 300 %. Lo que uno se pregunta a esta altura es si tienen voluntad de llegar a una solución o si su negocio es generar este ataque", sostuvo.

En la entrevista, Kicillof hizo balance de un 2014 que a nivel económico se presentó como uno de los más complejos de los once años de gobierno kirchnerista, marcado por una fuerte devaluación del peso en enero, el conflicto de la deuda a partir de junio, la elevada inflación, la fuga de divisas y el crecimiento cero del PIB.

El ministro aseguró que pese a todo el país logró mantener "un programa anticíclico, tratando de que la caída de la economía global nos afectara lo menos posible".

Además, criticó a los que "buscan instalar una sensación de que todo está mal y va a estar peor, tratando de generar un clima de inestabilidad".