Luego del asalto a la sucursal del Banco Municipal ubicada en Eva Perón y Tarragona –el quinto en lo que va del año contra la entidad financiera local–, el gremio evaluó la situación de inseguridad que viven trabajadores y clientes de la institución.

“El porqué de esta seguidilla de robos es una preocupación para la que no tenemos respuesta, porque antes de las elecciones pensábamos que podía tratarse de una cuestión política. Las elecciones ya pasaron y los robos siguen produciéndose, con la consecuente inseguridad y riesgo de vida no sólo para los empleados de los bancos, sino también para los clientes”, dijo el secretario general de la Asociación Bancaria de Rosario, Matías Layús, en contacto con Radio 2.

En relación con la hipótesis de la existencia de dateros que faciliten la concreción de los robos, deslizada por la Fiscalía, el dirigente expresó en el programa La primera de la tarde: “No nos gusta hablar de dateros. Lo descartamos de plano, porque eso se utiliza para responsabilizar a alguien que tenga que ver con el banco. No hay que ser muy bicho para saber a qué hora abre un banco o cuándo pasa un blindado”.

Agregó que “habría que poner el énfasis en lo que el Banco Central obliga a implementar en materia de seguridad y ver luego qué se hace al respecto”.

La seguridad en el Municipal de Fisherton

El responsable de seguridad del Banco Municipal de Eva Perón y Tarragona, asaltado este lunes, explicó que al momento del robo se encontraban en la institución tres policías armados y dos de seguridad privada.

“Ninguna sucursal bancaria con un tesoro móvil común tiene cinco personas en custodia. Como difícil era de las más difíciles de robar”, dijo Esteban Sylvestre Begnis en Radio 2.

En relación con las condiciones edilicias de esa sucursal –aún cuenta con una puerta de madera provisoria, tras el robo registrado en marzo pasado–, el funcionario explicó que lo que ocurrió hace cuatro meses fue “una explosión que destruyó la cuarta parte de la sucursal” y que los arreglos se demoran porque se trata de “un banco público donde las obras deben licitarse”.

“Nos llama la atención que se se hayan producido varios robos seguidos en sucursales del mismo banco, pero el Municipal tiene la misma seguridad que las entidades privadas. Somos inspeccionados de la misma forma por el Banco Central y nos mandan informes si no cumplimos con la normativa”, aseguró Sylvestre Begnis. 

En cuanto a la situación de inseguridad de empleados y clientes del Municipal, a partir de la seguidilla de robos a la entidad, el funcionario señaló que “inseguridad hay en toda la ciudad, la provincia y el país”.

En lo que va del año hubo cinco episodios policiales en distintas entidades del banco. El último golpe había sido en Juan José Paso al 5700 (barrio Emplame Graneros), donde un grupo de delincuentes irrumpió armado y se llevó 1,8 millones de pesos. Además, el asalto del 14 de abril en la sede del Distrito Centro –sustrajeron 520 mil pesos–, la explosión del 23 de marzo en un cajero automático de Eva Perón y Tarragona, y el cajero violentado a mazazos en Villa Hortensia el 8 de enero último.