El Gabinete del Gobierno indio dio este sábado luz verde a una enmienda de la Ley de Protección de Niños de los Delitos Sexuales para que los culpables de violaciones de menores de 12 años puedan ser condenados a muerte. La información se conoció en medio de la indignación del país por el abuso y asesinato de una niña de 8 años.

La propuesta de enmienda de la ley POCSO (por sus siglas en inglés) fue aprobada en una reunión del Gabinete encabezada por el primer ministro indio, Narendra Modi, apenas horas después de regresar al país tras una gira por tres naciones de Europa, informaron agencias locales.

La enmienda legal, que ya había sido pedida públicamente por la ministra para la Mujer y la Infancia, Maneka Gandhi, llega en medio de la conmoción que vive el país tras el secuestro, tortura, violación y asesinato de una niña musulmana de 8 años perteneciente a una comunidad nómada en el estado septentrional de Jammu y Cachemira.

La medida, que debe ser firmada por el presidente Ram Nath Kovind, tendrá una validez de seis meses. En ese período debe ser ratificada por el parlamento indio.

La niña murió en enero, pero las circunstancias del crimen salieron a la luz la semana pasada después de que la Policía de Cachemira presentara el pliego formal de acusaciones.

Ocho personas, incluidas cuatro miembros de los cuerpos de seguridad fueron detenidos y están siendo procesados en el marco del juicio por este caso, que comenzó el último lunes.

India ya endureció su legislación contra los delitos sexuales en 2012 tras la brutal violación en grupo de una joven que falleció tras semanas de agonía, en otro caso que conmocionó al país asiático, pero las cifras no muestran una reducción de los casos.

Según datos del gobierno hay más de 100.000 causas por violación pendientes de resolución en la Justicia de este país de más de 1.200 millones de habitantes.