La sala segunda de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial determinó que Kiki, el chico de 3 años, debe regresar con su familia sustituta, la misma que lo había criado hasta el mes de enero. En ese momento, quienes lo cuidaron, Sergio Gigliotti y Carla Morla, hicieron público el caso y lograron una repercusión nacional.

El punto fundamental en el cual se expidió la Justicia fue que el período durante el cual la pareja cuidó a Kiki se excedió por largo los seis meses. Los magistrados consideraron "que los procedimientos administrativos y judiciales que conciernen la protección de los derechos humanos de los niños, en especial los relacionados con la adopción, la guarda y la custodia deben ser manejados con una diligencia excepcional por parte de las autoridades". 

Algo que, según explicaron los jueces, no ocurrió en el caso de Kiki y en el de otros chicos que también llegaron a esta instancia judicial.

"Está en juego, de modo primordial, los derechos humanos fundamentales de las niñas, niños o adolescentes", recalcaron los magistrados en su fallo.

Gigliotti y Morla criaron el niño en el marco del programa Familias Solidarias. Lo hicieron hasta el 18 de enero cuando debieron llevarlo entre lágrimas a la sede de la Subsecretaría de Derechos de Niñez, Adolescencia y Familia de Santa Fe, que ordenó que el niño fuera entregado a una familia de la localidad de San Carlos que ya había adoptado a un hermanito suyo de ocho meses.

El fallo podrá ser apelado por la Subsecretaría de la Niñez ante la Corte Suprema de Justicia.