María José Ferrero, una productora de la pequeña localidad de Colonia Fidela, en el corazón de la pampa gringa santafesina, conmovió al presidente de la Nación, Mauricio Macri , a través de una carta. La mujer aprovechó el viaje del jefe de Estado a la provincia para entregarle el escrito.

En la carta que reproduce el diario La Nación, Marita –como el dicen- expresó: "Hoy después de veinte días que el clima nos está jugando en contra, ya no me siento preocupada por la parte económica (que es dramática), sino por la humana. La pequeña Colonia a la que pertenezco, Fidela, se encuentra aislada. En ella viven 56 familias, cuenta con 7800 hectáreas dedicadas a la producción agrícola, ganadera y tambera. Sin zona urbana, solo en el centro hay una capilla, una escuela y la comuna. No la atraviesa ninguna ruta pavimentada, sólo arenados, Hoy sus habitantes niños, adultos y ancianos están aislados, entre ellos está mi madre de 74 años y mi padre de 79. Es imposible comprender, he llamado a cuanta persona pude del gobierno provincial, y a los de Cambiemos que conocí en la época de campaña, con quienes colaboré. Del gobierno provincial las respuestas fueran vacías. Pero del PRO esperaba otra cosa, tal vez como ingeniera soy poco diplomática, pero sólo dos personas fueron comprensibles. Por favor señor Presidente y señores ministros; que los representantes del gobierno nacional en la provincia se acuerden del interior, de las colonias pequeñas, sé que somos pocos; sólo 110 votantes, pero como decía la Madre Teresa: 'A veces sentimos que lo que hacemos es tan sólo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota'. Sólo quería que se muevan para conseguir camiones de piedra para arreglar el único camino que conecta el centro de la Colonia con una ruta, por si hay una emergencia sanitaria".

Marita agregó: "Todos los días hablo por teléfono con la señora que trabaja en el tambo de mi familia para ver sus necesidades y escucharla, lloraba preocupada por sus tres pequeños que hace casi un mes no van al colegio, por el miedo a enfermarse, por la tristeza que es el campo cubierto de agua, animales que se mueren todos los días. No existe palabra de aliento para darles. Nadie tiene la culpa de lo que sucede con el clima y las pérdidas que produce. Pero el acompañamiento del gobierno es fundamental. Venimos de un período de doce años en el cual no existimos. Sé que usted señor Presidente y su gabinete tienen miles de problemas a resolver. Pero tal vez uno de ustedes pueda venir a visitarnos, sería un honor y una alegría entre tanta desolación", insistió.

"Mis abuelos trabajaron en esta tierra, que prometí defender. Pero hoy no creo poder lograrlo, sin la presencia del Estado Nacional. Hoy, los que amamos el campo, nuestro hogar, no lo queremos abandonar. No queremos que las colonias desaparezcan. Señor presidente... señores ministros, sé que es muy difícil que esta carta llegue a ustedes. Pero, si ese milagro ocurre, tengo muchas cosas más para contarles sobre nuestra querida tierra, fuente de muchos ingresos para la Nación, desde esta pequeña Colonia Fidela", concluyó.