La contaminación atmosférica, más allá de sus efectos negativos sobre el medio ambiente y la economía, tiene unas consecuencias nefastas, cuando no directamente letales, para la salud. No en vano, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año cerca de 4,2 millones de personas pierden la vida de forma prematura a consecuencia de esta contaminación. La razón obedece, fundamentalmente, a la acumulación en nuestro organismo de especies reactivas del oxígeno –los consabidos ‘radicales libres’, muy nocivos para las células– en nuestros organismos derivada de la inhalación de este aire ‘insalubre’. Pero dado que no nos queda más remedio que seguir respirando, ¿qué podemos hacer? Pues seguir una dieta rica en antioxidantes que contrarresten los efectos de los radicales libres. De hecho, un estudio dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York (EE.UU.) y reproducido en abc.es muestra que la dieta mediterránea ayuda, y mucho,

tal como explica Chris C. Lim, director de esta investigación presentada en el marco de la Conferencia 2018 de la Sociedad Americana de Neumología (ATS) que se está celebrando en San Diego (EE.UU.), "distintos estudios previos han demostrado que los cambios dietéticos, y muy especialmente la adición de antioxidantes a la dieta, pueden atenuar los efectos adversos de la exposición a altos niveles de contaminación atmosférica durante cortos periodos de tiempo. Pero lo que no sabíamos era si la dieta podía influir en la asociación entre la exposición a largo plazo a la polución del aire y los efectos sobre la salud".

Como indica George Thurston, co-autor de la investigación, "dados los beneficios que hemos observado con la dieta rica en antioxidantes, nuestros resultados son consistentes con la hipótesis de que las partículas de contaminación atmosférica causadas por la combustión de combustibles fósiles afectan de forma negativa a la salud al inducir estrés oxidativo e inflamación. Y por otra parte, el efecto del ozono no se vio significativamente atenuado por la dieta mediterránea, por lo que parece que el ozono afecta a la salud cardiaca a través de un mecanismo diferente".