La jueza Sandra Arroyo Salgado, ex mujer del fallecido fiscal especial de la causa Amia, Alberto Nisman, dijo que “no admite” el suicidio debido a la personalidad de su ex marido y confesó que le “ocultó” el regreso al país aludiendo una cirugía de su madre, Sara Garfunkel, que había sido operada del codo en los días previos a su vuelta.

En diálogo con Vórterix, la jueza manifestó: “no admito el suicidio de Alberto (Nisman) por su personalidad. Mucho menos con un arma de por medio”.

Consultada por las palabras de la presidenta Cristina Fernández de Kircher sobre la marcha que se llevó a cabo este miércoles, Arroyo Salgado contó que no va a “polemizar”, pero que sus hijas son “la alegría y la esperanza”.

Sobre los avances en la causa que investiga la muerte de Nisman, la ex mujer del fiscal expresó que no se iba a expresar al respecto “por respeto” a los colegas.

Respecto al regreso de Alberto Nisman al país en pleno viaje en Europa, la jueza explicó que “fue intempestiva” y que alegó volver “por una cirugía de su madre”. Cabe recordar, que dicha operación fue reconocida por Sara Garfunkel ante la fiscal Viviana Fein, pero informó que sucedió antes de que Nisman decida irse del Viejo Continente.

“Mis hijas y yo nos enteramos el domingo 11 de enero al mediodía que él se volvía. Fue intempestiva, pero es raro porque era una persona prolija y organizada. Me transmitió que era por una cirugía de la madre”, relató.

Por su parte, confesó que participaron en la marcha de este miércoles por decisión familiar, y que si bien los fiscales que convocaron a movilizarse “no eran todos amigos de Nisman” rindieron homenaje a su labor profesional que llevó a cabo “con valentía”.

“Muchos de los problemas de pareja fueron ocasionados por su trabajo, porque era una de las prioridades en su vida”, agregó.

Por último, la ex mujer del fallecido fiscal apuntó que “hubiese hecho distinto” el procedimiento en la escena del crimen.