Una activista austríaca realizó una cámara oculta en un espacio donde se entrega comida, ropa y medicamentos a refugiados en Röszke, Hungría. Las imágenes, que se difundieron este viernes, muestran las malas condiciones en las que están viviendo los migrantes.

La activista Michaela Spritzendorfer, quien grabó el video, fue el pasado miércoles al centro situado en la frontera con Serbia para entregar alimentos, vestimenta y medicamentos. 

Tras hacer el aporte, la mujer se dirigió a una parte del lugar donde estaban los refugiados y grabó a los policías arrojando comida a los refugiados.

"No podía creer lo que veía", explicó a Spritzendorfer a la agencia EFE. "Después de un segundo te das cuenta de que lo que ves son personas, mujeres, familias con niños. Y la masa de gente en medio. Entonces te das cuenta de que les arrojan bocadillos. Saqué la cámara y lo grabé, porque me pareció totalmente irreal", aseguró.

La policía húngara informó este viernes que abrió una investigación interna para aclarar los hechos.

La activista consideró que la situación allí es "indigna", "inhumana" e impropia de los valores que Europa dice defender.

"Es indigno que a personas que pasaron meses huyendo de la guerra y que llegan a Europa buscando seguridad se las trate como a animales, con policías arrojándoles bocadillos", criticó la activista.

Spritzendorfer cree que el campo no está abierto a la prensa dada la catastrófica situación que se puede observar en ese video.