Si las tareas en casa ayudan a los estudiantes o no, y qué cantidad de tareas es apropiada, fue un tema debatido durante muchos años. Actualmente se considera que si bien son un gran aporte al desarrollo intelectual de los niños, es importante que éstas no ocupen todo su tiempo libre. Para ello es necesario establecer horarios que sean planteados de acuerdo a las necesidades de cada pequeño por lo que las tareas que llevan al hogar deben estar en relación a la edad y curso de los niños y también en relación a la cantidad de tiempo que estos están en el colegio.

Los deberes escolares son una tarea imprescindible para los estudiantes, porque ayudan a crear un hábito de trabajo, de orden y superación, estimulando el aprendizaje en el colegio y el dominio de destrezas, si bien conllevan disciplina y esfuerzo, pero les permite también el ejercicio de la responsabilidad, el cumplimiento de tareas y el refuerzo de sus capacidades de razonamiento y memoria.

Mientras más constante y concentrada sea la dedicación de los niños a sus tareas, más alto será su rendimiento en la escuela, y más beneficios académicos obtendrán a medida que avanzan a los cursos superiores. Las tareas escolares también sirven para informar a los padres sobre la educación que están recibiendo sus hijos, así como para mejorar la comunicación y la relación entre ellos. Posibilita que los padres participen y tengan momentos para colaborar con la educación de sus hijos, demostrando interés en los que ellos hacen y afecto.

Sin embargo, una carga excesiva en las tareas escolares puede frustrar a los niños y causar un estrés infantil, complicando la salud de ellos, con síntomas tales como, ansiedad, dolores de cabeza, alteraciones en el sueño, dolores de estómago y fatiga general. Además, esta problemática puede llegar desplegarse a los padres, ya que ante el rechazo del niño para realizar las tareas escolares ellos se sienten obligados a amenazar y castigar a sus hijos para que terminen sus tareas, lo que a la larga dificulta la relación.

Ante esta problemática los padres sienten que en vez de disfrutar el tiempo con sus hijos, pasan gran parte del día haciendo y discutiendo con ellos sobre temas académicos, sobre todo los fines de semana. Por esa razón resulta fundamental formar hábitos de estudio desde que el niño es pequeño, para que así la rutina de estudiar no se convierta en una lucha constante.