Antes de la final frente a Argentina, Alemania utilizó una secuencia de un partido jugado por su equipo sub21 para potenciar un factor defensivo inculcado por su entrenador, Joachim Low. Como en la preparación de los partidos frente a Francia y Brasil, antes de enfrentar a los dirigidos por Sabella, los jugadores alemanes observaron este cierre defensivo del holandés Daley Blind en un partido del 2013.    

El periodista Simon Kuper lo exhibió en una conferencia sobre “Big Data” relacionada al Fútbol, y confirmó mediante un diálogo con esta columna que el cuerpo técnico de la selección alemana volvió a repetir el fragmento en la antesala de la final del Mundial 2014. Su entrenador estuvo enfocado, entre otras cuestiones, en el cierre de espacios de su defensa. Ante la posibilidad del “uno vs dos” en banda quería que el lateral siguiera su marca. A su vez, Low quería garantizar el cierre de espacios interiores dentro de una organización defensiva zonal. Si Alemania logró desarrollar el mejor juego del torneo (quizás Costa Rica y México estuvieron cercanos a ellos con un buen fútbol colectivo), la participación activa de su defensa fue determinante. Lo vemos en el partido final frente a Argentina mediante dos fragmentos: en uno se observa la preocupación por la posibilidad de profundización rival por la banda, y en el otro, el cierre de espacios internos de uno de sus volantes exteriores que determina una recuperación en la jugada previa del único gol del partido. 

El valor de los “analistas” (por suerte ahora casi nadie los vuelve a llamar “editores de video”) creció ampliamente en los últimos años en el fútbol. La irrupción de tecnologías que permiten analizar detenidamente el juego, le otorgaron identidad dentro de los cuerpos técnicos. Pero con el paso del tiempo la función se tiene que volver menos específica y más integral. 

Creemos que esa rol no lo debe realizar una persona “externa” el cuerpo técnico sino otro entrenador que tenga funciones destinadas al análisis pero que las mismas se encuentren integradas a la metodología de entrenamiento. Análisis, entrenamiento, partidos. Todo integrado, como un todo dentro de una organización estructural de un cuerpo técnico. Hasta hace poco tiempo estaban de moda empresas que “analizaban” y entregaban a distintos entrenadores ediciones sobre los equipos que iban a enfrentar. Hoy ya queda claro el absurdo y la necesidad para que el análisis forme parte activa de los propios integrantes del cuerpo técnico. 

Carles Planchart y Domenec Torrent, hoy ayudantes de campo de Josep Guardiola en el Bayern Munich, ejercieron el rol de “analistas” en el Barcelona. En realidad, la única diferencia es que Torrent hoy ejerce de “segundo” pero no difieren demasiado en sus actividades. Los dos son entrenadores que también hacen análisis. Hoy los dos están en el césped durante los entrenamientos, cuestión fundamental para el “analista”. De lo contrario, el rol parece desintegrado, desarticulado y carente de sentido sistémico, sobre todo cuando se trabaja diariamente en un equipo que compite domingo a domingo o dos veces por semana.   

"No somos softwares, somos entrenadores", el lema es del Sindicato de ex “editores de videos” o ex “analistas”. El entrenador español Oscar Cano dice: “El mundo del fútbol también fue alcanzado por ese tipo de teorías mecanicistas y reductoras, generadas para buscar certezas y empaquetar verdades absolutas, simplificadoras, que no han hecho sino aumentar la distancia dialógica, por ejemplo, entre jugador y juego”. La exageración del análisis y de la instrumentación de programas de estadísticas sobre el juego, pueden desvirtuar el verdadero sentido de este deporte.   

Muchas veces se cree que con estas aplicaciones, el cuerpo técnico es el único propietario del conocimiento en la organización de un equipo de fútbol. Cuando en realidad “es el jugador y sus posibilidades de interacción quienes producen del modelo de juego” (O. Cano). 

Otras contadas veces, el análisis es tan parcializado que únicamente hace ver que “el jugador cumple funciones como partes desintegradas del juego. Entonces ante un mal cierre del lateral derecho, la jugada es cortada justo ahi y el mecanismo continuador es el siguiente: el clip final dura seis segundos. El entrenador lo ve, se enfada. Llama al lateral derecho, le muestra los seis segundos de video donde se resulta su figura con un círculo amarillo (¡y hasta a veces se lo muestra adelante de todo el grupo!), el entrenador se enfada y en su mente prepara un ejercicio específico para que el lateral cierre bien. Todo lo narrado no esta mal, seguramente el lateral estará más atento en el próximo partido a la hora de cerrar. Pero podría estar mejor si el análisis hubiera sido integral, hubiera determinado porqué sucedió esa jugada, que interacciones permitieron esa acción, qué posiciones ocasionaron el error, cómo se comportó la organización defensiva en relación a la jugada previa a perder la pelota, que características y tipos de jugadores integran el equipo para mejorar dicha acción. 

En palabras de Fritjof Capra el "análisis significa aislar algo para estudiarlo y comprenderlo” mientras que en pensamiento integrado “encuadra ese algo dentro del contexto de un todo superior".  

Muchas veces los “analistas” pretenden desmontar el piano para ver que sonido produce. No integran sus análisis con los conceptos de juego del entrenamiento del equipo (¡es que los encierran en una oficina y con la cortina cerrada hacia el campo de juego!). 

"Constantemente debemos comprender lo que está sucediendo en el juego. Si entendemos lo que sucede, podemos dominar el juego y anticiparnos a los movimientos del rival; si no es así, es posible que el rival lleve la iniciativa de la partida. En este caso seremos esclavos de sus movimientos y no podremos más que ser reactivos a lo que el rival propone”, aclara Gerard Pinies en “Fútbol y Ajedrez” y, con esto, se reafirma que toda crisis es una crisis de interpretación. 

Creemos que la sobredimensación del análisis previo a los partidos y las acciones lineales adheridas en los que intentan observar el juego, fabrican más equipos y jugadores reactivos de lo que el rival proponga porque casi nadie mira videos para atacar al rival, sino para estudiar a los rivales de turno e intentar protegerse de sus virtudes ofensivas. 

La jugada que “ayudó” a que Alemania derrote a Argentina en la final del último Mundial, grafica que el estudio cualitativo (no cuantitativo como nos quisieron hacer creer) del fútbol puede ayudar en la confección de buenos equipos. El documental “Die Mannschaft”, que exhibe el espíritu colectivo de Alemania en Brasil 2014 nos ayuda a comprender que ese pequeño fragmento, esa pequeña jugada exhibida dentro de una conversación (no en un monólogo por parte de Low) entre el cuerpo técnico y jugadores, formaba parte de un plan integral, de un sistema donde todos los integrantes de la delegación alemana estaban anclados en un paradigma ecológico. Ejemplo claro de integración entre análisis de partido y metodología de entrenamiento para conformar un mejor contexto a los jugadores. La inteligencia del que juega está muy por encima de los que colaboramos desde el exterior.