La posibilidad de someter a efectivos policiales a rinoscopías es “un tema que estamos charlando”, aseguró el secretario de Control de Fuerzas de Seguridad, David Reniero, a 3 días de la detención de un agente del comando radioeléctrico con bochas de cocaína en su poder. Por tal motivo fue destituido de la fuerza de seguridad.

En diálogo con el periodista Roberto Caferra (Radiópolis, Radio 2), el funcionario sostuvo sobre el examen médico que determinaría si un policía consume cocaína: “No es una locura (pensar en su instrumentación), teniendo en cuenta la función sensible de un servidor de la seguridad. Hay que rever el tema de las carpetas médicas, por qué un policía no está en funciones, es un tema para analizar y trabajar”, señaló.

Luego, admitió que “se estuvo trabajando y charlando” sobre la necesidad de detectar si un integrante de la fuerza incurre o no en esa práctica: “En caso de adicción se genera una desvirtuación de su trabajo, al estar en una función que implica combatir a quienes hacen este tipo de ilícitos, lo deja en una situación muy complicada”, observó.

Reniero confirmó que 189 policías fueron pasados a disponibilidad en lo que va del año. Se trata de casos cuyo expedientes se iniciaron en 2015. De ese total, 90 están en proceso de destitución, es decir, con posibilidad de tener que abandonar las filas. Finalmente, 11 ya fueron expulsados en enero y para febrero se esperan que 11 policías más engrosen las cifras.

“El ministro Pullaro decidió acelerar los sumarios de destitución”, añadió y volvió a abrir la posibilidad de poner en marcha la rinoscopía policial: “La mayoría no está en situación de consumo, no lo van a tomar como una cuestión persecutoria ni va a generar resistencia”, manifestó sobre la reacción que podría despertar el examen entre los uniformados. 

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