La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó que en los casi cinco meses que van desde 2015, 1.727 inmigrantes han muerto en en su intento por cruzar el mar Mediterráneo y llegar a suelo europeo, treinta veces más que en el mismo periodo del año pasado. Sólo el fin de semana pasado, 770 personas sucumbieron al naufragar las lanchas en las que habían partido de Libia con la esperanza de llegar a Italia. Este martes, detuvieron al traficante al mando del pesquero, un tunecino de 27 años, y a su ayudante sirio.

Según consignó EFE, el número de víctimas fatales que se produjeron este año al tratar de cruzar el Mediterráneo –muchas veces en barcazas precarias o hacinados en buques pesqueros– fue 30 veces mayor que el año pasado, si se toman los mismos períodos. Desde el 1 de enero hasta el 21 de abril de 2014 se reportaron 56 muertes de inmigrantes; este 2015, la cifra casi llega a los 2 mil.

Sólo este fin de semana, 770 inmigrantes sucumbieron al naufragar las lanchas en las que habían partido de Libia y a ellos se suman, en los últimos siete días, otros 400 muertos el 14 de abril pasado y 50 adicionales tres días después, además de cifras menores de ahogados a diario.

De la última tragedia confirmada en el Mediterráneo, con el naufragio de una embarcación que se cree transportaba a unos 800 inmigrantes, sólo se logró rescatar a 28 supervivientes, entre ellos a Mohamed Ali Malek y Mahmud Bikhit, el capitán del buque y su ayudante. Ambos están acusados de fomentar la inmigración ilegal y el traficante al mando del pesquero (llamado "scafista") se enfrenta además a cargos de homicidio imprudente en las muertes de unas 800 personas.

El resto de los supervivientes, la mayoría procedentes de África subsahariana –concretamente de Mali, Gambia, Costa de Marfil, Eritrea, Senegal y Sierra Leona– fueron fueron trasladados a la localidad de Catania, en Sicilia (Italia).