Nuestra cama es ese centro para la relajación y el descanso después de haber cumplido con todas las actividades del día. Justo ahí podemos reparar nuestro cuerpo mediante el sueño, para prepararlo física y mentalmente para una nueva jornada.

Está comprobado que el sueño desempeña un papel fundamental en la salud, pues durante este tiempo el cuerpo activa una serie de procesos para restaurar las células del organismo y optimizar cada una de sus funciones.

Por tal razón, el padecer algún tipo de trastorno o dificultad con el mismo, conlleva al desarrollo de diversas patologías que disminuyen de forma notable la calidad de vida.

Aunque los problemas para dormir pueden tener su origen en muchos factores, el estado de la cama, así como los elementos que estén sobre ella, pueden tener mucho que ver. 

1. El celular

Con la invasión de la tecnología, hoy en día la mayoría de personas tienen un teléfono móvil inteligente que pueden portar a todas partes. Estos dispositivos han creado un sinfín de posibilidades para el entretenimiento, el trabajo y la diversión, lo que ha conllevado a tener cierta dependencia de los mismos.

El problema mayor es que muchos de los usuarios están desarrollando trastornos de sueño debido a su uso excesivo antes de dormir ya que, en su mayoría, permanecen largas horas conectados a redes sociales u otras webs, reduciendo las horas para dormir de forma adecuada.

Además, se ha comprobado que la luz que emiten estos aparatos provoca la excitación del cerebro y altera la producción de la melatonina, también conocida como la hormona del sueño.

2. La notebook 

Las computadoras portátiles han facilitado el trabajo de millones de personas, quienes ahora pueden hacer sus actividades desde la comodidad de su casa o habitación. El inconveniente es que algunos han convertido su espacio para dormir en un sitio de trabajo y no se están dando cuenta con esto está debilitando la asociación mental entre el dormitorio y el sueño.

Por si fuera poco, muchos creen que esto es una posibilidad para trabajar “horas extra” y recortar el tiempo que debería estar destinado para dormir.

3. Alimentos

El consumo de alimentos sobre la cama es algo antihigiénico y puede crear el ambiente perfecto para la proliferación de bacterias y ácaros.

Si bien un desayuno o una cena en el dormitorio resultan placenteros, lo cierto es que suelen caer pequeñas migajas que a simple vista no se notan pero que se convierten en el foco de malos olores y microorganismos.

4. Mascotas

Los amantes de los animales no suelen tener problema en compartir sus camas alguna que otra vez con su mejor amigo, sin darse cuenta del error que cometen.

En su pelaje las mascotas portan polvo, microorganismos, polen y muchas otras partículas que pueden provocar alergias o reacciones sobre la piel. Además, suelen emitir sonidos y hacer movimientos que acabarán por interrumpir el sueño en alguna de las horas de la noche.

5. El control del televisor

La mayoría de las habitaciones modernas cuenta con su propio televisor, ya que para muchos resulta relajante y placentero ver algunos programas en sus horas de descanso antes de dormir.

Todos estos aparatos tienen un programador automático que permite establecer el tiempo que debe estar encendido, para que no se vaya a convertir en un inconveniente para conciliar el sueño. El problema es que ver televisión antes de dormir puede alterar la producción de melatonina, lo que conduce a tener graves dificultades para descansar el tiempo adecuado.

Por esto, siempre se aconseja programar el apagado automático como mínimo 30 minutos antes de la hora elegida para dormir y, en lo posible, alejar el control remoto de la cama para que no exista la tentación de encenderlo de nuevo.

Es esencial reflexionar sobre la importancia de una buena calidad de sueño para gozar de un excelente estado físico y emocional.