El comentarista y ex jugador de la selección argentina Diego Latorre expresó que la victoria por 6 a 1 ante Paraguay por las semifinales de la Copa América metió “el virus del miedo” a Chile de cara a la final que se llevará a cabo este sábado a las 17 con el arbitraje de Wilmar Roldán. Añadió que en el vecino país el partido se transformó en una “causa nacional” debido a la magnitud del choque y que el director técnico, Jorge Sampaoli, analiza sacar del once inicial a Jorge Valdivia para sumar un volante defensivo.

En diálogo con el programa A Diario (Radio 2), Latorre destacó que el resultado de Argentina el pasado martes fue “elocuente” y causó que desde la prensa se sembrara la duda sobre el esquema táctico de Chile que se mantuvo vigente desde el primer partido. “La selección jugó a la altura de sus posibilidades ante un rival que llegó diezmado y que entregó más de lo que tenía. Sin embargo, Argentina fue devastadora desde el mediocampo hacia adelante. Acá ya se dice que Sampaoli saca a Valdivia para colocar un volante mixto que pueda neutralizar el ataque argentino y se dedique a la recuperación de pelotas. De todos modos, no creo que Sampaoli negocie la idea de cambiar de táctica”, agregó.

Con respecto a la final, el comentarista de la TV Pública dijo que se volvió una “causa nacional” y remarcó que “el plantel chileno ya tiene una edad promedio donde se puede pensar que la madurez lleva al mejor rendimiento”. “Es un equipo preparado en un lugar ideal para ganar un título. Hay que ver cómo se llevan con el peso de la presión”, consideró.

“La victoria de Argentina metió el virus del miedo, hay que ver si el entrenador (de Chile) no tiene pánico y empieza a confundir su mensaje. La victoria ante Paraguay no fue cualquier victoria, hay que ver cómo reacciona la psiquis después del 6 a 1”, expresó el ex jugador conocido también como “Gambetita”.

Consultado sobre el peso en el plantel de la final de la Copa América en 1991 (que ganó Argentina), el periodista deportivo aclaró que los jugadores no están pendientes de las estadísticas ni del tiempo que se lleva sin obtener un título.

“Cuando la ganamos en ese entonces no pensábamos que hacía 34 años que no se ganaba la Copa América. El jugador no procesa esa información, sobre todo si juega fuera del país. La seguridad no la da la estadística, sino el funcionamiento”, sostuvo.

Por último, se refirió al clima tenso que viven las hinchadas de ambos países que disputarán la final. “Se toma a este partido como el fin del mundo, lamento que algunas personas piensen que es un partido de vida o muerte. El fútbol debe ser una fiesta, un motivo de felicidad, de juntarnos y compartir colores y la rivalidad bien entendida”, expresó.