El empresario Lázaro Báez ratificó ante la Sala II de la Cámara Federal porteña que vio al juez federal Sebastián Casanello, que lo mantiene preso en la causa por la ruta del dinero K, en la quinta de Olivos, antes de reunirse a solas con Cristina Kirchner, en septiembre pasado. Y brindó detalles –nombres, descripciones de vestimentas y hasta las características de lugares restringidos de la residencia presidencial– para que tenga verosimilitud su relato.

Báez llegó a los Tribunales porteños de Cómodoro Py esposado y con chaleco antibalas, aunque esta vez no tenía casco.

Según publica Infobae, ante los camaristas ratificó que vio al magistrado que lo investiga por lavado de dinero en la residencia presidencial.

En el lugar, aseguró, estaba tambiñen el ex secretario general de la Presidencia, Eduardo Wado de Pedro.

El juez había negado rotundamente esa versión, pese a que hay informes técnicos que ubican su celular en la zona de la residencia.

Báez declaró que ingresó entre las 19 y las 20 a Olivos y que fue en una de las antesalas al despacho de Cristina Kirchner donde se cruzó con Casanello, quien estaba acompañado por Wado de Pedro y otras personas, a las que no pudo identificar.

Según su relato, luego de aguardar en la sala, lo recibió una de los secretarios de la ex mandataria –no recordó su nombre– quien lo hizo ingresar al despacho presidencial.

En cuanto a por qué fue él a la residencia, explicó que el motivo de su reunión con Cristina tenía que ver con el mausoleo donde se encuentran los restos del ex presidente Néstor Kirchner. Báez le manifestó en ese momento que estaba teniendo problemas en Santa Cruz y las autoridades provinciales no le podían brindar seguridad en el lugar. El reclamo –según su versión– fue desatendido por la ex mandataria.