Carlos Andrés Ascaíni, procesado por narcotráfico y ligado a la causa que investiga al ex jefe de la policía local Hugo Tognoli, fue excarcelado por el juez federal 4 de Rosario, Marcelo Martín Bailaque.

El santafesino Ascaíni, alias Vasco, recuperó su libertad tras pagar una fianza fijada por el mencionado magistrado, aunque sigue procesado en la causa por comercio de estupefacientes iniciada tras su detención el 8 de mayo último, cuando fue detenido en un cruce de rutas cercano a la localidad santafesina de Villa Cañás, donde reside.

“El juez firmó la excarcelación el viernes pasado, pero por cuestiones procesales la medida recién se hizo efectiva ayer”, precisó a Télam su abogada defensora, Guillermina Almada.

La letrada no quiso confirmar el monto de la fianza pagada por su cliente, pero dijo que la suma fijada por el juez “es la que se estila en estos casos”.

A la vez, la abogada dijo que pidió una “recalificación” del delito por el que Ascaíni está procesado y que fue confirmado por la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario el 19 de junio pasado.

Según fuentes judiciales, entre los elementos que tuvo en cuenta el juez Bailaque para tomar la medida están la valoración de que Ascaíni no entorpecerá la investigación ni intentará fugarse mientras se instruye la causa.

“Él tiene el domicilio fijado en Villa Cañás, en la misma casa donde reside desde hace años, y presentó constancias de sus empresas líticas y de su registro como responsable inscripto (ante la AFIP) y de todos sus negocios”, dijo su abogada.

Según la investigación, Ascaíni fue detenido el 8 de mayo cerca de la localidad de Villa Cañás con aproximadamente 1.168 gramos de cocaína, que fue secuestrada desde el interior de la guantera del auto Audi A 4 dominio JKX 323 que conducía.

También llevaba una pistola marca Browning calibre 9 mm con ocho cartuchos y uno en la recámara.
Posteriormente, la policía secuestró en su domicilio de Villa Cañás, "una prensa de hierro de color azul y blanca con inscripción de 15 toneladas, una balanza electrónica marca Systel y dos tubos de hierro macizos cilíndricos de ocho centímetros por cuatro centímetros de diámetro y su pistón”, según el expediente.

Sin embargo, cuatro meses después la cocaína que había sido secuestrada en el procedimiento se convirtió en azúcar según una pericia oficial.

Almada precisó que uno de los elementos que gravitó en la decisión del juez para excarcelar a su cliente fue una prueba de laboratorio realizada por la Dirección de Prevención y Control de Adicciones (ex Drogas Peligrosas), que arrojó como resultado que sólo existía “un 4 por ciento de cocaína” en el bulto secuestrado a Ascaíni. “Lo demás era azúcar”, justificó la letrada.

Según dijo hoy la fiscal federal rosarina Liliana Bettiolo, “la pericia dice que, de pureza, es cocaína en un cuatro por ciento y el resto está compuesto por azúcares reductores, no reductores y anestésicos, pero no es azúcar de mesa o impalpable”.

“Es clorhidrato de cocaína fraccionado con estupefacientes en los términos que determina la ley”, añadió la fiscal en declaraciones radiales.

Ascaíni aparece mencionado en las escuchas telefónicas realizadas por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en la causa Tognoli.

Según las pesquisas, Ascaíni llamó en 2009 a la comisaría de Villa Canás para averiguar por dos vehículos que lo perseguían, y desde la fuerza de seguridad le avisaron que se trataba de móviles de la PSA, por lo que logró eludir su captura.

Fuente: Télam