Los más eufóricos de la noche fueron los referentes del Frente para la Victoria. Los militantes desplegaron carteles en la puerta de ingreso y un grupo se animó con redoblantes a ponerle música. Durante el debate los funcionarios y dirigentes del espacio político celebraron las intervenciones y hasta aplaudieron su última participación pese a que estaba prohibido por protocolo. Varios saludaron con la V de la victoria al candidato.

El más efusivo fue el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, muy inquieto en su butaca ya que no paró de moverse. El dream team que acompañó a Daniel Scioli se compuso por funcionarios bonaerenses y del gobierno nacional que integrarán el futuro e hipotético gabinete si es elegido presidente.

Los invitados por Cambiemos también lucieron inquietos. La mayoría fue era del PRO. Todos se levantaron de sus asientos en los cortes, pero mantuvieron silencio en todo momento. Gabriela Michetti fue la más charlatana en las pausas. Y Juliana Awada, la esposa de Macri, también acompañó al equipo de asistentes que estuvo junto al candidato en las dos pausas que tuvo el debate.

El que anduvo en los alrededores del bello edificio de Derecho fue el imitador del Papa Francisco. Estaba solo y medio perdido. Había muy pocos cholulos que querían una foto con él. 

El despliegue de los medios de comunicación y fundamentalmente de los canales de televisión abierta fue impresionante. La mayoría de las estaciones de TV con sede en Capital Federal transmitió en vivo desde la facultad de Derecho y tuvieron previa y posterior análisis. Hubo unos 500 acreditados entre periodistas, productores, técnicos y reporteros gráficos, entre otros, incluso del extranjero.

Tras el debate los que primero salieron a hacer declaraciones públicas fueron los del FPV. Berni, Urtubey, Bossio, Pepe Scioli, Rabolini, Filmus, Alberto Perez, Zanini, Domínguez, Espinosa y hasta la hija de Daniel Scioli estuvieron a disposición de los cronistas. Inmediatamente los voceros del macrismo no se quedaron atrás: aparecieron Rodríguez Larreta, los Bullrich (Esteban y Patricia), Peña, Montenegro y Alonso. Daniel Scioli encaró a todos los micrófonos primero y después dio entrevistas individuales a los canales que transmitían en vivo.

Mauricio Macri estuvo en los estudios móviles de Canal 13, Telefé y América, y después sólo tuvo un mano a mano con El Tres y canal 9.

Las frases más comentadas por los periodistas acreditados fueron el “vinistes” bien aporteñado y con “s” final de Macri en la apertura, el “conmigo no” a l. Beatriz Sarlo de Scioli, y la pregunta del candidato de Cambiemos a su contrincante: “en que te has convertido, Daniel”.

Scioli pareció querer comerse a su rival en todo momento. Se lo notaba tenso, pero muy atento a las definiciones de quien tenía enfrente. Respondía sin esperar el pase del moderado de turno. Su tono de voz era variado, marcó frases destacadas y reforzó sus palabras con gestos claves. 

S. mojaba los labios y hacía muecas de desaprobación. Macri arrancó más relajado, irónico y mantuvo el equilibrio en su postura. Después del primer corte, lució más serio y formal. Volvió a la sonrisa en el cierre. Fue el primero que entró al estrado en cada bloque. Lució como si no le hubiera hecho daño ninguno de los dardos que le tiró su oponente. 

Al cierre, todos destacaron el hecho trascendental del segundo debate presidencial de la historia en la República Argentina. Hubo euforia pero contenida en ambos mandos. Los dos se adjudicaron la victoria. Pero el principal vencedor fue el público: tuvo a los dos candidatos frente a frente. El domingo próximo se vota y ahí sí habrá un ganador.